Lejos del objetivo prioritario para el que pudieron ser diseñados los primeros SUV, hoy este tipo de vehículos son la consecuencia de los gustos y necesidades del automovilista convencional, que ve en los SUV un coche básicamente familiar, con una versatilidad incomparable a otra clase de vehículo y con todas las capacidades de segmentos especializados.
Honda CR-V: Polivalencia
Esta 4ª generación, renovada a finales de 2015, del Honda CR-V te acerca más que nunca por ergonomía y tacto de conducción al ambiente y a las sensaciones de una berlina, pero no por ello sacrifica esa polivalencia de uso que te permite un verdadero SUV. En general, el SUV ha evolucionado en esa dirección y el Honda CR-V es un modelo que lo representa perfectamente. En cualquier caso, sea por necesidad o por simple disfrute, el CR-V se presta a rodar sencillamente con total despreocupación sobre todo tipo de superficies con eficacia, seguridad y comodidad. Sus suspensiones son muy equilibradas y cuenta con un sistema de tracción integral inteligente que solo manda par al eje trasero cuando es necesario, con el objetivo de reducir el consumo.
Honda CR-V: Conectividad
En un área tan de nuestros días que evoluciona por momentos, el Honda CR-V se ha ido actualizando con las últimas tecnologías que hoy agrupa en el sistema Honda Connect. Estar al día significa en el Honda CR-V poder replicar sobre una gran pantalla central de manejo táctil y gestual muchas de las funciones de nuestro smartphone, por ahora bajo el sistema operativo Android; poder tener acceso a Internet, bajarse aplicaciones compatibles u ofrecer un punto wifi de acceso a los pasajeros. En la misma pantalla, de 7 pulgadas, Honda Connect integra el navegador y deja personalizar la interfaz.
Honda CR-V: Equilibrio
Generación tras generación el CR-V ha ido creciendo con moderación. Se ha hecho más grande y esto ha revertido en un mayor espacio interior, pero no se ha lastrado de kilos. De hecho, el actual modelo ha sido capaz de quitarse más de 100 kilos de encima, ofreciendo más tamaño, mejor habitabilidad y superior volumen de maletero que el anterior. Honda ha hecho de esta generación un CR-V muy bien proporcionado, que lo percibes muy grande por dentro, pero también lo sientes compacto por su conducción. No es un SUV aparatoso: su tamaño y sus inercias no condicionan su buena dinámica.
Honda CR-V: Mecánicas
Ya la anterior generación y especialmente la actual han contado con mecánicas Diesel, al fin y al cabo consecuentes con el mercado europeo. Se jubiló no hace mucho aquel fantástico 2.2 i-DTEC de 150 CV, que ha dado paso a un moderno 1.6 i-DTEC de doble turbo y 160 CVque resulta por prestaciones, eficiencia y agrado otra excelente mecánica. Por otra parte, parece otro acierto ofrecer también la versión 1.6 i-DTEC mono turbo de 120 CV para una interesante variante 4x2.
Honda CR-V: Eficiencia
Tomado del Honda Civic, el motor 1.6 i-DTEC de 120 CV da vida a una variante 4x2, combinación que, despojada de peso y fricciones, conforma una base brillante en todos los aspectos: alto agrado de conducción, buenas prestaciones y un consumo medio homologado de solo 4,4 l/100km (más de 1.300 km de autonomía), valor que no deja de sorprender en un coche de la prestancia del CR-V. No quedan lejos las variantes 4x4 con el motor 1.6 iDTEC 160 CV: 4,9 y 5,1 l/100 km de media con cambio manual o automático. Hoy su dispositivo Stop-Start es un ventaja en ciclo urbano. Como también un modo de conducción "ECO" que prioriza la eficiencia y estimula con gráficos al conductor.
Honda CR-V: Maletero
Sus diseñadores han entendido que hoy día el SUV es primeramente un formato de vehículo familiar más. En este sentido, el Honda CR-V tiene muy buenas cualidades. Sus mejores dotes se reflejan en su enorme maletero de casi 600 litros de capacidad o, dicho de otra manera, en el maletero más grande del segmento. También supera las posibilidades de carga de una berlina familiar equivalente y de algunos monovolúmenes. En el caso de abatir el respaldo posterior (asimétrico), la zona de carga resulta excepcional. También cuida mucho los detalles. El asiento trasero se repliega desde cómodos tiradores. Y en el caso de quitar la cortinilla enrollable, se han habilitado en la base del maletero unas fijaciones para su colocación.
Honda CR-V: Detalles
Seguramente el Honda CR-V sea el SUV de su categoría con mejores argumentos como gran coche familiar. Su generoso espacio interior cunde más con las numerosas soluciones propias de monovolúmenes que ofrece. Los prácticamente 90 grados de apertura de las puertas traseras facilitan mucho el trabajo a quien trata con niños y sillas infantiles cotidianamente. La banqueta trasera se puede replegar por mitades asimétricas y aprovechar mejor el espacio liberado para llevar carga, como bolsas de la compra u objetos medianos. No falta un comodísimo portón de apertura y cierre remotas eléctricamente, bien desde la llave y también desde el interior del coche.
Honda CR-V: Seguridad
Otra área que avanza por momentos y en la que el CR-V siempre ha estado y está en primera línea. Lleva años ofreciendo el sistema activo de mantenimiento de carril, que actúa automáticamente sobre la dirección si descuidamos la trayectoria y el coche tiende a salirse del carril; monta sensores de ángulos muertos y un sistema de prevención y mitigación de impactos y atropellos.
Honda CR-V: Calidad
Como buen producto Honda, el CR-V cuenta con el valor añadido de su alta calidad percibida de fabricación y de funcionamiento. De rigurosos acabados y refinados materiales, el CR-V es un producto muy cuidado dentro de la gama, muy bien presentado a la vista y al tacto y equipado. Rueda con el refinamiento propio de una buena berlina, bachea con gran calidad filtrando golpes y ruidos, y en definitiva transmite una gran solidez y comodidad de marcha. El buen aislamiento mecánico de unos motores ya de por sí muy refinados, termina por hacer del habitáculo del Honda CR-V un espacio de mucha calidad.
Honda CR-V: Dinámica
Su condición de 4x4 también es un argumento de seguridad y dinamismo. El CR-V es un SUV ejemplar en asfalto, con un compromiso de suspensiones muy bueno, que le asegura un alto confort de marcha y un guiado de conducción ágil y sencillo. Al final, el Honda CR-V se desenvuelve por todo tipo de carreteras con la sensación de llevar un coche prácticamente de asfalto. Su capacidad extra de tracción en situaciones adversas equilibra un conjunto que no por estar capacitado para rodar por firmes y situaciones de todo tipo compromete su actitud donde seguramente vaya a rodar mayoritariamente.
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