Guerra física y psicológica en la F1: las acciones más antideportivas

La acción de Vettel contra Hamilton en el GP de Azerbaiyán nos ha traído a la memoria otras polémicas de la F1. ¿Cuáles recuerdas? Os dejamos los vídeos de algunas de las acciones más antideportivas.

Alberto de la Torre. Twitter: @autopista_es

Guerra física y psicológica en la F1: las acciones más antideportivas
Guerra física y psicológica en la F1: las acciones más antideportivas

Tras un Gran Premio de Azerbaiyán decepcionante el pasado año, el domingo vivimos una de las carreras más entretenidas de los últimos tiempos. Remontadas, adelantamientos, un podio inesperado y mucha polémica: aquí tienes la crónica. Vettel y Hamilton han sido los últimos en tener un claro enfrentamiento dentro y fuera de la pista, pero antes vinieron otros.

Azerbaiyán 2017

El segundo safety car en el circuito de Bakú está a punto de retirarse. Lewis Hamilton lidera la carrera seguido de Sebastian Vettel. Toman una curva ciegas a izquierdas, el inglés frena más fuerte de lo normal, ya que el coche de seguridad está a punto de retirarse, y Vettel, sorprendido, toca con su alerón delantero la trasera del Mercedes.

Todo parecía un incidente de carrera, que no iba más allá de una brusca frenada de Hamilton que había sorprendido a Vettel. Sin embargo, el alemán decidió recriminar la acción a su manera al líder de la carrera. Con una maniobra que nadie esperaba, el de Ferrari se puso a la altura del británico y chocó a propósito contra el lateral de su monoplaza.

El resultado fue un stop&go para Vettel de 10 segundos y un cruce de declaraciones en el que el alemán recriminaba la actuación de Hamilton tachándola de irrespetuosa y recordando que en la Fórmula 1 “hay que luchar como hombres”, lo que fue contestado por parte del británico con un “si tan hombre es, que lo demuestre fuera de la pista”.

Senna y Prost

Si tenemos que repasar maniobras antideportivas en la Fórmula 1, la pareja Senna-Prost probablemente ocupe el primer lugar. Compañeros de equipo primero, no tardaron en convertirse en enemigos dentro y fuera de las pistas, aunque todo acabó en una inesperada amistad años más tarde.

En 1989 Senna llegaba a Suzuka con la obligación de ganar la carrera si quería mantener vivo el campeonato, tras un Gran Premio de Japón liderado por Prost en su totalidad, el brasileño perdió la paciencia en la última chicane y se lanzó al hueco desde demasiado lejos. Nada más fácil para Prost, que cerró la puerta y chocó con su compañero. La maniobra puede ser más o menos dudosa, pero la acción y actitud antideportiva llegó más tarde.

El francés no dudó en bajarse del coche para dejar claro que su monoplaza estaba dañado y no hizo lo más mínimo por tratar de reincorporarse. Senna, por su parte, volvió a la carrera, cambió el alerón y en dos vueltas recuperó el liderato que los McLaren habían perdido en el choque. Ahí comenzó el duelo en los despachos, Prost sabía que contaba con el apoyo de Balestre, entonces presidente de la FIA y francés como él, quien presionó a los comisarios para la descalificación del brasileño por saltarse la chicane, a pesar de que hubiera sido más peligroso dar marcha atrás para reincorporarse al circuito.

Todo terminó con una sanción para Senna en la que se le retiraba la licencia de piloto si no se disculpaba personalmente, algo que el brasileño no hizo hasta casi el inicio del campeonato de 1990, incluso, muchos dicen que Ayrton nunca llegó a disculparse y que la carta que se envió a la FIA pidiendo disculpas en nombre del brasileño era falsa.

El accidente de 1989 acabó con Prost fuera del equipo, cansado de sus continuas peleas acabó abandonando McLaren para irse a Ferrari, equipo con el que llegó en idéntica situación al Gran Premio de Japón del siguiente año. Sin embargo, esta vez en Suzuka las tornas habían cambiado, era Prost el que tenía que ganar la carrera si quería tener opciones en el campeonato.

Esta vez fue Senna el que no lo dudó, avisó desde el principio que no iba a levantar el pie para un posible adelantamiento de Prost y lo que sucedió era lo esperado. El brasileño arrancó mal desde la pole y el francés llegó con una ligera ventaja a la primera curva. Pero, tal y como había avisado, Senna entró a fondo en la curva, se llevó por delante al Ferrari, ambos abandonaron y el campeonato cayó del lado brasileño.

Más tarde, y tras las declaraciones de Prost en las que acusaba a Senna de estar loco, el nuevo campeón del mundo reconocía que su actuación estaba influenciada por todo lo sucedido la temporada anterior.

Nelson Piquet, siempre en el límite

La rivalidad Senna-Prost fue tan grande a finales de los ochenta que un hombre quedó en segundo plano. Nelson Piquet ha sido, probablemente, uno de los pilotos con más talento de este deporte. Sin embargo, su irregularidad, sus excentricidades y su poca profesionalidad lo alejaron de tener un lugar aún más destacado que el de tres veces campeón del mundo.

Además, ha sido uno de los pilotos que más situaciones polémicas se ha encontrado a lo largo de su carrera. Su rivalidad con Senna le llevó a varios encontronazos con su compatriota, tanto dentro de la pista como fuera de ella. No fueron pocas las ocasiones en las que se tocaron cuando uno u otro trataban de adelantarse, pero todo fue más allá cuando Piquet acusó a Senna de homosexual. Nelson utilizó así la guerra psicológica contra Ayrton, quien acusó mucho aquellas palabras, pues era una grave afrenta en aquella época en Brasil.

Pero el uso de artimañas psicológicas no queda aquí. Siendo compañeros de equipo y luchando por el campeonato, Piquet aseguró ante la prensa que la falta de velocidad de Nigel Mansell sólo se entendía por lo fea que era su mujer. Una vez más, Piquet utilizaba cualquier artimaña con tal de descentrar a su compañero.

Aunque, seguramente, la imagen polémica más recordada de Nelson Piquet fue su encontronazo con Elio Salazar. El brasileño buscaba la victoria en el Gran Premio de Alemania de 1982 cuando trató de doblar a Salazar. El chileno, único piloto que ha llegado a la Fórmula 1 en su país, ignoró las banderas azules que le obligaban a facilitar el adelantamiento y, tras chocar, ambos tuvieron que abandonar. Sin embargo, Piquet se lo tomó peor que Salazar y sin mediar palabra se acercó al chileno y la emprendió a puñetazos con él, quien atónito no sabía cómo salir de la situación.

Schumacher, dos mundiales de suerte dispar

Otro de los grandes pilotos de la historia que tuvo importantes encontronazos luchando por el mundial fue Michael Schumacher y, al igual que Senna y Prost, el alemán sólo se salió con la suya en una de las dos ocasiones.

En 1994, el año que murió Ayrton Senna, Schumacher llegó a Adelaida en Australia luchando por el campeonato con Damon Hill. El alemán contaba con un punto de ventaja en la clasificación general, por lo que en caso de abandono se haría con el título. Rodando por delante del inglés, Schumacher cometió un error de pilotaje que lo llevó contra el muro y dejó tocado su coche, pero consiguió volver a la pista.

Sin embargo, el Káiser apenas recorrió unos cientos de metros cuando se vio acosado por Hill. Simulando un problema mecánico, Schumacher, entonces en Benetton, abrió la puerta para facilitar el adelantamiento, pero cuando el de Williams tomó el interior, Schumi no dudó en chocar a propósito, provocando el abandono de ambos y su coronación como campeón del mundo.

Años más tarde la situación cambiaría, Schumacher, ya en Ferrari, se jugaba el título de 1997 contra Jacques Villeneuve en Jerez, de nuevo contra un Williams. Las opciones del alemán pasaban por evitar que Villeneuve le recortara el punto que tenía de ventaja. A falta de un tercio de carrera, el Williams se lanzó al interior y el alemán no dudó en buscar el choque. Todo terminó con el Ferrari fuera de carrera y Jacques Villeneuve con su primer y único campeonato. La FIA excluyó a Schumacher de la clasificación general de pilotos y amenazó con retirarle la licencia de piloto para la siguiente temporada.

Aunque, si una maniobra del Káiser será recordada por su excesiva dureza fue la que llevó a cabo contra Rubens Barrichello en el Gran Premio de Hungría en 2010. Tras la vuelta de Schumi a la Fórmula 1 con Mercedes a pesar de haber anunciado su retirada en 2006, el alemán se enzarzó en un duelo intrascendente con su excompañero.

Rubens trató de adelantar a Schumacher en la recta de meta, pero éste en una maniobra muy peligrosa no dudó en llevar al de Williams hasta el muro y cerrarle la puerta hasta casi provocar un grave accidente, Barrichello aseguraría al terminar el miedo que había pasado con la innecesaria maniobra del siete veces campeón del mundo.

Hamilton, dureza dentro y fuera de la pista

Lewis Hamilton ha contado con un buen número de polémicas desde su debut en 2007. Con el tiempo, y especialmente desde su llegada a Mercedes, el británico se ha vuelto más excéntrico y retraído casi al mismo ritmo que conseguía poles position una detrás de otra. Pero, si ha entrado en esta lista es por méritos más que discutibles.

Su episodio con Sebastian Vettel ha sido el último, pero ya en su primer año demostró que sabía manejar las situaciones límites con una picardía impropia de un piloto de su edad. La escena de la grúa devolviéndole a la pista en un lluvioso Gran Premio de Nürburgring de 2007 es el mejor ejemplo.

Además, con el tiempo se ha ganado fama de ser un piloto duro, correoso y muy difícil de adelantar pero también de valiente y rápido. En una Fórmula 1 cada vez más blanda, Lewis es de los pocos que no rehúyen el enfrentamiento directo y que no duda en meter el coche para ahogar a sus rivales hasta sacarlos de la pista, sus últimos enfrentamientos de este tipo fueron con Nico Rosberg y, ahora, su duelo con Sebastian Vettel promete.

Hamilton y Rosberg siempre fueron buenos amigos y durante sus primeros años como compañeros en Mercedes su relación se mantuvo en buen estado de salud. Sin embargo, con el paso del tiempo, Hamilton fue tomando actitudes más duras contra su único rival por el campeonato conforme vio amenazado éste. El año pasado ambos acabaron fuera de carrera en el Gran Premio de España en la tercera curva, pero lo que mejor ejemplifica lo que estamos hablando fue la visita de la Fórmula 1 a Estados Unidos en 2015.

En Austin, Hamilton logró su tercer título de campeón, pero también nos dejó dos imágenes que resumen a la perfección su forma de ser y de pilotar. En la primera curva llevó hasta el límite de la pista a Nico Rosberg, a quien no le dejó espacio suficiente y lo acabó sacando del asfalto. Sin embargo, el peor gesto vino después, cuando, en la antesala del podio, el inglés cogió su gorra con el número uno como vencedor de la carrera y tiró, sin mirar, la gorra con el número dos a su compañero de equipo, quien se la devolvió lanzándosela enfadado.

Estos son sólo algunos de los enfrentamientos, maniobras y jugarretas psicológicas que hemos recordado en la redacción, pero la Fórmula 1 está llena de acciones al límite de la legalidad y del respeto entre compañeros, seguro que tú recuerdas algunas otras que te marcaron especialmente.

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