"Debemos arremangarnos para lograr nuestros objetivos", dijo el presidente del comité de empresa de Volkswagen, Bernd Osterloh, en una reunión para informar a los empleados de la baja rentabilidad de la marca VW.
"Ya está claro que crujirá en un punto u otro", añadió el Osterloh.
El presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, defendió los planes de ahorro que anunció hace una semana a los ejecutivos de la empresa.
Volkswagen quiere ahorrar 5.000 millones de euros hasta 2017 para aumentar la rentabilidad de la marca principal VW.
Winterkorn y Osterloh mostraron unidad en sus discursos pese a las diferencias de opiniones.
"A corto plazo necesitamos urgentemente más eficiencia y más resultado. Una rentabilidad sólida es la base para ideas con las que VW puede afrontar los cambios en el sector", dijo Winterkorn a los empleados.
Winterkorn quiere que la marca Volkswagen logre una rentabilidad sobre las ventas de, como mínimo, un 6 % hasta 2018.
El mayor fabricante automovilístico de Europa, al que también pertenecen otras marcas como Audi, Porsche y la española Seat, quiere superar a Toyota en 2018 como líder mundial de ventas.
Osterloh añadió que "tenemos que concentrarnos en lo que aporta buenos beneficios" y "lo que parece práctico para mercados concretos puede no serlo económicamente para el conjunto del consorcio".
Volkswagen mejorará la compras, reducirá la complejidad y recortará los costes de las fábricas en los próximos años hasta 2017.
Winterkorn criticó que los costes de personal en el consorcio agotan la productividad.
En este punto discrepó el presidente del comité de empresa, quien aseguró que "en los costes laborales nos situamos a un nivel competitivo".
Pese a que la marca Volkswagen contribuye a más de la mitad de las ventas del grupo, las marcas de lujo como Audi y Porsche son más rentables porque el incremento de la rentabilidad de VW se sitúa por debajo del aumento de los costes