A la tragedia personal y moral que sufren las víctimas de accidentes de tráfico se suma la demora del proceso judicial o el archivo de la causa por vía penal, quedando desasistidas y sin indemnizaciones suficientes. El fiscal coordinador de Seguridad, Bartolomé Vargas Cabrera, asegura que las víctimas de accidentes de tráfico se enfrentan a un “desamparo y desprotección” que debe acabar.
Vargas aboga por que las instituciones, empezando por las judiciales, hagan muchos más esfuerzos y coordinados para que ninguna víctima se sienta desasistido tras la pérdida de un familiar o que sufran, ellos en carne propia, una lesión grave. El año pasado, 120.000 personas sufrieron las secuelas de un siniestro de tráfico, 9.000 de ellos heridos graves y 1.680 personas murieron en la carretera.
La cifra de accidentados y fallecidos es tan grande que el fiscal jefe de la Sala de Seguridad Vial, y otros fiscales territoriales, ha llamado a reformar dos leyes que no están siendo efectivas, ambas aprobadas en 2015: la reforma de los delitos imprudentes y del Baremo de Tráfico. Según Vargas, la situación ha empeorado y juega en contra de las víctimas tras la puesta en marcha de estas dos normativas.
Delitos imprudentes
Vargas asegura que los afectados se están convirtiendo en “víctimas de segunda categoría”, que la “delincuencia vial sigue devaluada”. A esta devaluación ha contribuido que todos “sentimos que podemos ser quien provoca un accidente de tráfico”; que la sociedad todavía cree que las infracciones viarias son un tributo que se paga por el progreso tecnológico y no tienen suficiente gravedad para ser consideradas delictivas.
Sobre la reforma de los delitos imprudentes, el fiscal de Seguridad Vial ha alertado que está generando una “despenalización en la práctica de la tutela penal y es que la infracción penal es algo privado”. “Subyace ahí incluso una concepción criminológica de que este tipo de delincuencia es propia de gente honrada y, por tanto, todos la podemos cometer y así la devaluamos”.
La Fiscalía de Seguridad va a impulsar una instrucción a todos los policías municipales para que instruyan a las víctimas en cuanto sufran un accidente. “Porque no saben qué hacer, cuándo intervenir, qué escritos deben presentar… y encima durante el juicio solo piden ser escuchadas, pero muchas veces se les corta hasta el relato de su tragedia personal”, ha lamentado Bartolomé Vargas.
Baremo de Tráfico
Respecto al Baremo de Tráfico, es decir, sobre las indemnizaciones, Vargas ha declarado que, aunque introduce mejoras, al mismo tiempo es complejo y las víctimas lo desconocen, lo cual hace que no puedan tomar sus decisiones. Las víctimas no hablan de tú a tú con las compañías aseguradoras durante el proceso, por lo que no se produce una negociación de las indemnizaciones en condiciones de igualdad.
Las tablas que incluyen la norma para realizar los cálculos de las indemnizaciones se fundamentan en unas bases técnicas que no están publicadas ni aparecen en ninguna parte ni saben cómo cotejarlas, lo cual representa una laguna importante en esta reforma legal.
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