En Nueva York puedes llamar a uno de los clásicos taxis amarillos desde una app de tu móvil y en unos minutos vendrá uno a buscarte. Pero podría llegar un minibús, ocupado además por algún otro pasajero, porque se trata de un pequeño autobús de línea. La ruta está definida, pero al comunicarle desde la app tu destino, la tecnología de empresa norteamericana Via te ha enviado un vehículo en servicio cuyos pasajeros llevan una ruta que coincide con la tuya. En Europa, este sistema a mitad de camino entre una línea de autobús y un taxi está a punto de llegar, empezando con Londres. Via tendrá de socio a Daimler -implicada en la movilidad más allá de sus vehículos, con Moovel, con Car2go o Mytaxi-, que pondrá los vehículos y una inversión inicial de 50 millones de dólares.
Via: usar los recursos que ya hay
La propuesta de Via tiene en común con el autobús ser colectivo, pero al tratarse del clásico Vito o Clase V de Mercedes, cada uno dispone de su asiento, ocho o nueve plazas a pleno confort, y con un óptimo rendimiento en cuanto a ocupación de la calzada y pasajeros transportados. Es escalable, porque si muchos llevan tu misma ruta, se enviarán más minibuses. Es ágil. En el futuro pueden ser libres de emisiones locales, porque esperan que Mercedes pueda suministrarle vehículos eléctricos y autónomos. Y los sistemas informáticos de Via funcionan en coordinación con el trasporte público local.
Ya están en Chicago, Washington y Nueva York, en su llegada a Europa arrancan con Londres y anuncian que pronto llegarán a otras ciudades. Por el momento ya han realizado 20 millones de servicios desde 2015, cuando comenzara la andadura de Via.
La propuesta de Via y Mercedes-Benz Vans no pretende competir con el transporte público ya establecido, sino complementarlo: “No se pueden poner más vehículos en circulación porque no hay sitio ni dinero, hay que optimizar”. Es decir, no se pueden poner más y más autobuses en una línea, porque es costoso y, como cualquier ha podido comprobar en ocasiones, se entorpecen entre ellos. “El transporte público más eficaz, que transporta muchos (metro o tranvía) y muy rápido a través de la ciudad se basa en infraestructuras muy costosas”, dice el cofundador de Via, “incluso establecer las líneas de autobuses y sus paradas resulta caro”.
Movilidad adaptativa
La propuesta de Mercedes-Benz Vans y Via es una combinación de taxi y de autobús, porque tiene rutas, pero no son fijas, sino determinadas de manera flexible, según las necesidades de sus clientes, de manera remota, mediante inteligencia en la nube. Sí, podría parecer alguna de las fórmulas que encuentras en los taxis de países subdesarrollados, pero aquí el beneficiado no es el taxista particular en detrimento del cliente, sino que los algoritmos que determinan la ruta los hace un ordenador. Y la sociedad de Via y Mercedes-Benz Vans tiene como interlocutores-clientes a los que responder a los gestores de las ciudades, los contratistas de transporte, los transportes públicos municipales (como en Austin, Texas) o los colectivos de taxis (como los “amarillos” de Nueva York, hay que recordar que Mytaxi pertenece también a la esfera de Daimler, a través de su filial Moovel). El objetivo es conseguir una movilidad más eficiente, más cómodo porque no te tienes que desplazar a una parada, porque las paradas son virtuales, el minibús viene a ti. Porque no se trata de grandes autobuses, que pueden venir incómodamente repletos, sin asientos libres o ineficientemente vacíos, sino cómodas furgonetas.
Sin necesidad de infraestructura física, solo software, y actualizando rutas en tiempo real para obtener una óptima ocupación y un rápido tiempo de llegada, el único coste es el conductor y la furgoneta.
El objetivo de la sociedad de Via y Mercedes-Benz Vans es licenciar con los ayuntamientos determinadas rutas, que serán vías flexibles, a la demanda, y que sin invertir en infraestructura, permitirían aumentar la movilidad urbana, a la vez que se reduce el número de vehículos en el tráfico.
