Conducir a velocidad elevada o hacerlo a una velocidad inadecuada puede generar un desgaste prematuro en diversas piezas el automóvil, tal y como afirma la cadena de autocentros, Norauto. Tanto los distintos elementos del sistema de frenos como los neumáticos pueden ser los más castigados en caso de necesitar detener el vehículo de forma brusca.
“Si llevamos una velocidad adecuada, -comentan desde Norauto- nuestro automóvil y especialmente nuestros frenos sufrirán menos. Por el contrario, con frenazos bruscos, a altas velocidades desgastaremos las pastillas y nuestros frenos se verán afectados en mayor medida”. Es un hecho que a mayor velocidad necesitaremos más distancia para detener el vehículo y, en principio, más esfuerzo. No es lo mismo frenar un vehículo yendo a 90 kilómetros por hora que a 140.
También los neumáticos. Circular a altas velocidades afecta al desgaste prematuro de la rueda, especialmente en su banda de rodadura, el único punto de unión entre el vehículo y el asfalto. Una circunstancia que se verá agravada si no llevamos la presión correcta en el neumático, por debajo de la recomendada.
Y es que hay más factores determinantes en el desgaste de los frenos y los neumáticos por la velocidad excesiva. Desde la compañía también apuntan que el tipo de vehículo y la edad del mismo son también determinantes. Así, no ocurre lo mismo un coche de más de 10 años que en uno nuevo. También influye de forma importante el mantenimiento que realicemos. Con un mantenimiento deficiente, los elementos del coche se desgastarán anticipadamente.
Es precisamente la falta de mantenimiento adecuado lo que origina un incremento de las averías en carretera, según un reciente informe del RACE en base a los datos de sus asistencias. Así, en la Semana Santa de 2016 hubo un aumento del 7,3 por ciento en el número de averías en carretera respecto a las mismas fechas de 2015 y gran parte de esos problemas podrían haberse evitado con un rápido mantenimiento (batería, neumáticos, líquidos). Además los casos en que se produjo un reventón del neumático se multiplicó por cinco: mala presión de la rueda, mal estado sin dibujo…
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