El alcalde de Trujillo, condenado por conducir ebrio

El alcalde de Trujillo (Cáceres), José Antonio Redondo, ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal Único de Cáceres a la privación del permiso de conducir durante 18 meses y a una multa de 3.225 euros por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas y por una falta de desobediencia a la autoridad.

El alcalde de Trujillo, condenado por conducir ebrio
El alcalde de Trujillo, condenado por conducir ebrio

Según la sentencia, José Antonio Redondo ha sido considerado autor de un delito contra la seguridad del tráfico por lo que ha sido condenado además a cuarenta días de trabajos en beneficio de la comunidad.Sin embargo, ha sido absuelto del delito de desobediencia a los agentes de la Guardia Civil que le imputaba el Ministerio Fiscal y sí castigado como autor de una falta por este mismo motivo a la pena de treinta y cinco días, con una cuota de quince euros diarios.Asimismo, José Antonio Redondo deberá hacerse cargo de las costas procesales y ante esta sentencia cabe un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Cáceres.José Antonio redondo fue juzgado el pasado 5 de mayo por supuestos delitos de desobediencia a la autoridad y contra la seguridad del tráfico, al conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas.En la vista, la Fiscalía pidió una multa de 20 euros diarios durante seis meses, la retirada del permiso de conducir durante un periodo de dos años y un día, y la realización de trabajos en beneficio de la comunidad durante 60 días, o seis meses de prisión si decidiera no cumplir esta última medida. La Fiscalía también solicitó seis meses de inhabilitación para ocupar cargo público por el delito de desobediencia a la autoridad.La sentencia considera probado que el pasado 16 de abril, Redondo circulaba en un vehículo propiedad del Ayuntamiento por la carretera EX-208, dentro del casco urbano, "después de haber ingerido alcohol en cantidad suficiente para incapacitarle física y psíquicamente para conducir".Además, señala que lo hacía hablando por el móvil circulando a una velocidad "anormalmente lenta" y haciendo "excesiva parada infundada en una señal de stop" y que al ser requerido por los agentes que pretendían denunciarlo por hablar por el móvil no se detuvo hasta llegar a su domicilio.Asimismo, indica que cuando le practicaron la prueba de alcoholemia arrojó un resultado de 0,79 y 0,64 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en primera y segunda prueba respectivamente.