Ayer recibimos una triste noticia desde Estados Unidos: una mujer de 49 años fallecía tras ser atropellada por un coche autónomo de Uber que estaba realizando unas pruebas en Tempe, Arizona. Pese a haber sido trasladada de urgencia hasta el hospital más cercano, la gravedad de las heridas impidieron salvar su vida.
El accidente ha vuelto a reabrir el debate sobre el futuro del coche autónomo, ya que sus defensores aseguran que el 90 por ciento de los accidentes mortales se producen por un fallo humano y que la presencia de este tipo de tecnología reduciría exponencialmente las cifras de fallecidos.
Pese a ello, los más críticos aseguran que aún queda mucho camino que recorrer, ya que las variables con las que un coche autónomo se puede encontrar a la hora de circular son casi infinitas y que su programación para salvar todas esas situaciones es un imposible. En las siguientes líneas repasamos los accidentes de coches autónomos de los que hemos tenido noticias para repasar qué fue lo que falló.
Tempe, primer atropello mortal
Comenzamos haciendo referencia al atropello que se vivió ayer en la localidad estadounidense de Tempe. Este es un buen ejemplo de aquello que preconizan los críticos, ya que el coche se tuvo que enfrentar a una situación inesperada: una mujer cruzaba la calle por un paso no habilitado para ello. El resultado ya lo conocemos, la víctima moría a los pocos minutos.
Hasta ahora siempre se ha asegurado que un coche autónomo es capaz de leer la carretera en un rango de 360 grados, lo que indudablemente mejora la percepción del entorno de un ser humano y, por tanto, debería ser más seguro. Sin embargo, es evidente que algo falló o el coche no supo interpretar esta situación inesperada.
Primer accidente mortal
Pese a que la imagen más reciente de un accidente mortal con un coche autónomo es la de ayer, éste no ha sido el único. En el verano de 2016 un hombre moría en un accidente mientras su Tesla Model S se desplazaba en modo automático. La marca salió en su defensa recordando que por aquel entonces pedían que el conductor no soltara las manos del volante en ningún caso.
Lo que está claro es que volvieron a ser los sensores del coche los que fallaron. En este caso parece que un exceso de luz impidió al coche reconocer al remolque blanco del camión contra el que chocaron y que, casi de inmediato, resultó mortal para el conductor, ya que el coche no presentó signos de intentar una frenada o de que el conductor intentara tomar el control.
Otros dos accidentes bajo investigación y uno ya esclarecido
Tanto General Motors como Tesla están ahora mismo bajo investigación tras dos accidentes aún sin esclarecer. En el primero de ellos un Chevrolet Bolt habría rozado a un motorista a una velocidad cercana o superior a los 20 km/h. En el segundo de ellos, un conductor chocó contra un camión de bomberos que socorría a otro vehículo mientras tenía activado el modo automático.
En ambos casos, y a falta de más información, parece que los detectores de ambos vehículos volvieron a fallar en estos dos incidentes a principios de año.
Donde tampoco hubo que lamentar heridos fue en un accidente que involucró a un Tesla Model S con un autobús escolar. Desde la compañía admitieron que la berlina no había sabido interpretar una maniobra del autobús mientras lo adelantaba y acabó embistiendo al vehículo en el que viajaban los niños. Pese a ello, la marca volvía a recordar que la responsabilidad última seguía siendo del conductor, ya que las manos no se pueden levantar del volante a pesar de llevar el Autopilot puesto.
Presentación fallida
Mitad error humano, mitad error tecnológico. La presentación de Phantom AI, una empresa que desarrolla tecnología para coches autónomos acabó en accidente sin consecuencias cuando el Hyundai Genesis en el que circulaban chocó contra el vehículo que le precedía.
Tal y como aseguraron desde la firma, el vehículo se desplazaba con el nivel 2 de autonomía activado, es decir, era capaz de mantenerse dentro de su carril y guardar la distancia de seguridad con el coche de delante. Sin embargo, el accidente se dio tras desactivar el conductor el sistema de frenada de emergencia, ya que no dejaba de dar falsas alarmas.
Es cierto que no se puede responsabilizar de este accidente por completo al coche autónomo en el que viajaban los ocupantes, que para más inri se trataba de los fundadores de la empresa y un periodista grababa cómo se comportaba el coche, pero también es cierto que las falsas alarmas no dejan de ser un fallo que debía ser reparado.
Google, el precio de ser un adelantado
Quienes también han tenido diversos problemas en su andadura con los coches autónomos son los responsables de dicha área en Google. En sus primeras pruebas entre octubre de 2014 y noviembre de 2015 recopilaron hasta trece anomalías en las que lo único que evitó un accidente fue la intervención del conductor de seguridad que se desplazaba dentro del coche. A su favor hay que decir que de los 13 fallos, ocho se produjeron en el primer mes de pruebas y tan solo cinco en los otros once meses restantes.
Pese a ello, durante el mismo periodo de tiempo sí hubo algunas situaciones en las que los coches de Google acabaron accidentados. En concreto, el primero de ellos dejó tres heridos leves, aunque la culpa esta vez no fue enteramente del coche autónomo. El vehículo, en modo automático, frenó para evitar quedarse parado en medio de una intersección. Sin embargo, el coche al que precedía pensó que su intención iba a ser la de avanzar y todo acabó en un choque por alcance.
Uber ya canceló sus pruebas una vez
Comenzábamos este repaso a los accidentes de los coches autónomos con una noticia de Uber y lo cerramos con diversos problemas de la misma empresa. Del primero de ellos tuvimos noticias en el verano de 2016, cuando una asociación ciclista se quejó ante las instituciones de la ciudad de San Francisco al asegurar que los coches autónomos de la empresa invadían el carril bici a la hora de girar a la derecha, en lugar de incorporarse primero a dicho carril y, más tarde, realizar el giro.
Por último, destacamos que si bien Uber ha anunciado que suspende de manera temporal sus pruebas con coches autónomos después del atropello mortal vivido ayer en Tempe, un accidente en la misma localidad ya provocó que la compañía tomara la misma medida en marzo de 2017, aunque la policía responsabilizó al vehículo contra el que chocó el coche autónomo de ser el verdadero causante del accidente.
Una lanza a favor de los coches autónomos
A pesar de este recopilatorio de accidentes, habría que analizar cuántos kilómetros han recorrido los coches autónomos y en qué cantidad de accidentes se han visto involucrados y, de ellos, cuántos han sido provocados por los mismos. Para muestra, un vídeo. Así consigue evitar accidentes el Autopilot de Tesla.
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