Los tests antidroga se imponen

La conocida como prueba del "chupachús" ha sido incorporada al procedimiento ordinario de la Ertzaintza desde la pasada noche, coincidiendo con el inicio de su campaña de control de consumo de drogas. El resultado fue de 16 positivos de un total de 58.

Los tests antidroga se imponen
Los tests antidroga se imponen

La Ertzaintza inició la pasada noche una campaña de control de consumo de drogas con la utilización de un test de saliva que detecta sustancias estupefacientes, método que actualmente utilizan de forma regular los Mossos d'Esquadra y la policía británica, así como la Guardia Civil de Asturias, Badajoz y Zaragoza. El resultado: 16 conductores de un total de 58 a los que se realizó la prueba dieron positivo (el 27 por ciento) y dos de ellos portaban, además, una "cierta cantidad" de estas sustancias, según informó el departamento de Interior vasco.

El director de Tráfico del Gobierno Vasco, Andoni Arriola, informó el pasado día 23 durante la presentación de esta campaña que el 16,5 por ciento de los conductores que fallecieron el año pasado en las carreteras vascas habían consumido algún tipo de droga en las horas previas al accidente, según los datos de las autopsias practicadas por el Instituto Vasco de Medicina Legal. En este sentido, el departamento de Interior ha anunciado que, a partir de ahora, las pruebas de saliva formarán parte del procedimiento ordinario de la Ertzaintza, tanto en controles preventivos como en casos de infracciones graves y accidentes.

Estos dispositivos constan de un bastoncillo terminado en esponja que se empapa con la saliva del conductor para su análisis posterior, pudiendo detectar de manera rápida (entre 5 y 10 minutos) y fiable (hasta 12 horas después de su consumo), la presencia de las drogas más frecuentes (cannabis, cocaína, opiáceos, "éxtasis" y anfetaminas), a pesar de lo cual se han dado muchos falsos positivos desde su puesta en marcha. A diferencia de los controles de alcoholemia en los que se averigua el grado de ingesta, estos tests dan positivo ante cualquier presencia de drogas independientemente de la cantidad. En estos casos, los agentes toman una segunda muestra de saliva para que sea analizada en el laboratorio de la policía científica de la provincia en cuestión o en el Instituto Nacional de Toxicología.

Las sanciones por conducir bajo los efectos de las drogas pueden llegar actualmente hasta los 600 euros, la pérdida de seis puntos en el carnet y su posible retirada durante tres meses, medidas que se endurecerán el próximo mes cuando entre en vigor la última reforma del Código Penal en materia de seguridad vial que se aprobó en el Congreso el pasado 22 de noviembre. La nueva normativa establece sanciones para estos casos de hasta cinco años de cárcel y la suspensión del carnet de uno a diez años, dependiendo de la gravedad de la infracción. Además, aquellas personas que se nieguen a someterse a este tipo de controles podrían ir a la cárcel de tres a seis meses, según el nuevo reglamento.