Mañana jueves, día 29 de junio, no circularán taxis en muchas ciudades españolas. El paro es una nueva llamada de atención de la gremial a los ayuntamientos, a los que exigen una regulación inmediata de las empresas de alquiler de vehículos con conductor (VTC), como Uber y Cabify, a las que consideran realizan competencia desleal.
En Madrid la huelga será de dos días
En la capital el paro se extenderá 24 horas más, hasta el 30 de junio, ante la indignación del sector por el nombramiento de Uber como partner oficial de la Semana del Orgullo, que se celebra del 23 de junio al 2 de julio. Además, durante este periodo, la plataforma oferta el UberVAN, traslados bajo demanda para grupos de entre 6 y 8 personas por la zona donde transcurren los actos de la Semana.
Según Miguel Ángel Leal, presidente de la Asociación Gremial del Taxi, los taxistas madrileños protestan por "la pasividad del Ayuntamiento de Madrid respecto a la reiterada y expresa petición del sector del taxi de que mostrara su respaldo contundente a este servicio público frente a las multinacionales como Uber y Cabify, la falta de aumento de agentes municipales destinados a vigilar y controlar el cumplimiento de la ley por parte de los vehículos de transporte con conductor y el aumento de las infracciones cometidas por las citadas multinacionales".
El Gobierno prepara normativa
Aunque según el Ministerio de Fomento son las comunidades autónomas y los ayuntamientos los encargados de reglar sobre estos aspectos, desde el Gobierno se está preparando una normativa para impedir que empresas de alquiler de vehículos vendan o arrienden sus licencias durante los dos años siguientes a su obtención.
Con esta medida el Gobierno considera que se evitará lo que considera una burbuja de especulación, que sobrepasan el ratio establecido por ley a las de taxi. El objetivo es garantizar que estas empresas empleen las licencias para prestar servicio y no para comercializarlas cuando estimen oportuno en función de las condiciones de mercado. Por su parte, Cabify y Uber se han quejado de discriminación en el trato respectos a las licencias de taxi, cuya compraventa supone un negocio muy lucrativo.
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