Suecia destinará 2.650 millones a la automoción

Suecia destinará 2.650 millones a la automoción
Suecia destinará 2.650 millones a la automoción

El Gobierno sueco anunció ayer un plan de ayudas al sector de la automoción por 28.000 millones de coronas suecas (2.650 millones de euros), que incluye el aumento de inversiones en investigación y desarrollo y garantías de crédito.El grueso del paquete, 20.000 millones (1.892 millones de euros), irá destinado a garantías de crédito del Estado a compañías, para que puedan solicitar préstamos al Banco de Inversiones Europeo, informó en un comunicado el Gobierno sueco de centro-derecha del conservador Fredrik Reinfeldt. Asimismo se reservarán 5.000 millones (473 millones de euros) para préstamos de "rescate" a compañías en crisis.El resto del plan de ayudas se dedicará al capital inicial, para crear una sociedad limitada en la que participen el Estado y las principales compañías del sector y cuyo cometido será la investigación y el desarrollo en la automoción."El Estado debe estar activo, pero sin hacerse con la propiedad, sino siendo responsable con el dinero de los contribuyentes. Debe ser una perspectiva a largo plazo, queremos una industria automovilística también en Suecia dentro de 20 años", declaró la ministra de Industria, Maud Olofsson.El titular de Finanzas, Anders Borg, señaló que las medidas estaban dirigidas a impulsar el desarrollo en Suecia y en Europa y que el dinero no acabaría en manos estadounidenses, en referencia a que Volvo Cars y Saab están en manos de dos multinacionales de EE.UU., Ford y General Motors, respectivamente.Ambas insinuaron recientemente que podrían vender sus dos filiales suecas, lo que ha desatado en las últimas semanas rumores sobre una posible compra por parte del Estado sueco, algo que el Gobierno siempre ha desmentido y que hoy ha vuelto a subrayar: "El Estado no tiene la intención de adquirir ninguno de los fabricantes del sector de la automoción", se aclara en el comunicado.Olofsson había vinculado la semana pasada las ayudas públicas del Gobierno del país escandinavo a Volvo y Saab, a la decisión que sobre su futuro adopten Ford y General Motors.