En concreto, se otorgan ayudas de 6.000 euros para vehículos de propulsión eléctrica, de hidrógeno y de pilas de combustible, y de 2.000 euros para aquellos de propulsión híbrida y que funcionan con gas natural o gases licuados del petróleo (GLP).Las subvenciones, convocadas para el ejercicio de 2007, se conceden tanto por la adquisición de vehículos industriales como turismos, en ambos casos alimentados con energías alternativas. Esta iniciativa fue anunciada ayer por el viceconsejero de Economía y Consumo, Enrique Ossorio, en la inauguración de la 'Jornada sobre el Gas Licuado de Petróleo (GLP) como combustible de automoción', celebrada en la sede de PromoMadrid. Durante su intervención, Ossorio también se refirió al proyecto piloto, en marcha desde junio, por el que diez taxis, modelo Seat Toledo, funcionan con GLP, cuya generalización como combustible permitiría una importante reducción de la emisión de contaminantes y gases de efecto invernadero. En este último caso la iniciativa es fruto de la colaboración entre el Gobierno regional, el Ayuntamiento de la capital, Repsol, Seat, la Asociación Gremial del Auto Taxi y la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPT).
Tanto las subvenciones como esta experiencia piloto en taxis responden a la Estrategia de Calidad del Aire y Cambio Climático de la Comunidad de Madrid 2006-2012 y también al Plan Energético Regional, que tiene entre sus retos reducir un 10 por ciento el consumo energético. El sector que más energía consume es el del transporte, con casi un 50 por ciento del total. El parque automovilístico de Madrid alcanza ya los cuatro millones de vehículos. Entre ellos, los propulsados por gasoil prácticamente duplican a los alimentados por gasolina.
El viceconsejero de Economía y Consumo advirtió que la utilización de estos combustibles derivados del petróleo supone un elevado índice de emisión de gases de efecto invernadero, además de que el horizonte de agotamiento de los mismos es cada vez más cercano. De ahí el interés y el esfuerzo de la Administración autonómica por fomentar el ahorro energético y la reducción del impacto de la contaminación.
No en vano, se cree que la utilización los combustibles gas natural y GLP supone un ahorro económico para el consumidor durante la vida útil del vehículo, y es una apuesta decidida por combustibles alternativos más respetuosos para el medio ambiente.
