Ser agresivo al volante es contagioso

Un estudio revela que la actitud que tengamos al volante con otros conductores es contagiosa: si somos agresivos o descorteses, habrá un efecto en cadena.

Adrián Lois. Twitter: @loisSr_motor

Ser agresivo al volante es contagioso
Ser agresivo al volante es contagioso

Un estudio de Goodyear y la London School of Economics and Political Science (LSE), la escuela londinense de económicas y ciencias políticas, revela que la actitud de un conductor en una situación determinada puede desembocar en un efecto dominó que lleve a una situación segura, o el caso contrario, a una peligrosa para todos los conductores.

Unos 9.000 conductores han sido encuestados en 15 países europeos. De este total, un 87 por ciento admite que un gesto amable de otro conductor puede inducirles a ser cordiales con otros en el mismo trayecto. Por su parte, el 55 por ciento reconoce que si lo que se provoca es irritación o enfado, seguramente se responda de malas formas con otro conductor al cabo de un rato.

La importancia de un gesto amable con otro conductor, como demuestra este estudio, puede tener un efecto positivo para todos. Y es que, como dice el Vicepresidente de Neumáticos para Turismo de Goodyear en Europa, África y Oriente Medio, Olivier Rousseau, ‘existen muchas formas de ser desconsiderado en la carretera; sin embargo, sólo existen unas cuantas formas de ser educado, pero esos pocos gestos son muy poderosos’.

 

Ser bueno es beneficioso

El creerse superior que el resto de conductores, siendo competitivo, intimidando, gesticulando,… son actitudes negativas que no ayudan. Colarse en incorporaciones con tráfico denso, el uso incorrecto de los intermitentes, no mantenerse en el carril adecuado en la autopista, no respetar la distancia de seguridad,… son otros malos hábitos que pueden desencadenar un efecto dominó de interacciones negativas. Incluso los entrevistados reconocen, eso sí, que ellos mismos algunas veces se han comportado de esa manera, muchas veces sin darse cuenta.

Establecer contacto visual y agradecer de forma visible cuando los demás te permiten adelantar, disculparse cuando se impide avanzar a otro conductor, permitir a otros pasar cuando hay mucho tráfico,… están en el otro lado de la moneda. ‘Todo esto sirve para potenciar una conducción considerada, de la cual nos beneficiamos todos’, reconoce el Dr. Chris Tennant, responsable de la investigación.

Los entrevistados personalmente, al enseñárseles vídeos de interacciones en la carretera, estuvieron de acuerdo en su mayoría en la importancia de los gestos como dar las gracias, mientras que menos del 10 por ciento negó dicha importancia ‘La carretera no suele percibirse como un lugar de interacción social. Muchos conductores ven a los demás coches como máquinas anónimas y no como vehículos que llevan a un ser humano en su interior’, concluye Olivier Rousseau.

 

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