La industria americana remonta el vuelo

La recuperación que protagoniza el sector del automóvil en Estados Unidos está siendo espectacular, con miles de millones de dólares de beneficios en los últimos meses y la recuperación del empleo a niveles similares a los que existían antes de la recesión.

El Plan 2000E tendrá una fecha final
El Plan 2000E tendrá una fecha final

Si hace dos años las malas noticias no hacían más que sucederse una detrás de otra, lo contrario parece ser la norma en estos momentos. General Motors (GM) ha anunciadola inversión de 2.000 millones de dólares en 17 plantas de montaje y de producción de componentes en Estados Unidos. La inversión garantizará unos 4.000 puestos de trabajo, ya sea al mantener empleos que estaban en peligro de desaparición o por la creación de nuevos.

Pero además, según un estudio del Centro de Investigación del Automóvil, una organización independiente con sede en el estado de Michigan (EE.UU.), la inversión de General Motors creará de forma indirecta unos 8.600 puestos de trabajo entre los proveedores y añadirá unos 2.900 millones de dólares al Producto Interior Bruto del país. GM está invirtiendo gracias a que sus arcas empiezan a estar pobladas de nuevo con dinero.

Sólo en los tres primeros meses de 2011, General Motors ha ganado 3.151 millones de dólares, uno de los mejores resultados trimestrales de su historia. Y en 2010 los beneficios fueron de 4.688 millones de dólares. Impresionante si se tiene en cuenta que a mediados del 2009, GM tuvo que declararse en quiebra, despedir a miles de trabajadores, reducir sus marcas de 8 a 4 y solicitar unos 60.000 millones de dólares a las autoridades de Estados Unidos y Canadá para evitar la disolución de la compañía.

Según reveló GM al anunciar sus resultados del primer trimestre de 2011, el mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos emplea ahora 205.000 personas en todo el mundo, 3.000 más que a fecha del 31 de diciembre de 2010. De esta cifra, 97.000 se encuentran en la región norteamericana, 40.000 en Europa, 32.000 en Suramérica y 33.000 en el resto del mundo.La demanda del sector también se está recuperando rápidamente. El sector calcula que este año se venderán en Estados Unidos 13 millones de vehículos nuevos, una cifra similar a las 13,2 millones vendido en 2008 aunque todavía muy lejos de los 16-17 millones de unidades de pocos años antes.

No sólo GM se está recuperando a marchas forzadas. Los otros dos inquilinos de Detroit (EE.UU.), Ford y el Grupo Chrysler, se encuentran en la misma situación. Ford, el único de los tres que fue capaz de capear el huracán de 2009 con sus propios medios, ganó 6.561 millones de dólares en 2010. Y en los tres primeros meses de 2011 las ganancias ascendieron a 2.551 millones de dólares.

Ahora Ford suma 76.000 empleados en Estados Unidos, más de los que tenía en 2008 y ya ha anunciado que añadirá otros 7.000 puestos de trabajo en los próximos dos años. Por su parte, el Grupo Chrysler, el más débil de los tres, a principios de mayo dijo que en los tres primeros meses de 2011 volvió a ser rentable lo que no lograba desde 2006. Chrysler, que ahora está gestionado por Fiat, ganó 116 millones de dólares y espera mantener los buenos resultados durante el resto del año.

El Grupo Chrysler ya contrató 4.300 personas en el 2010, lo que le permitió terminar el año con 51.600 trabajadores en Estados Unidos, prácticamente el mismo nivel laboral de 2008. Y en el futuro planea añadir a su plantilla otras 1.000 personas. La fortaleza del empleo en el sector del automóvil está permitiendo que la Casa Blanca saque pecho tras su decidida apuesta por el sector en sus momentos más críticos.

Ron Bloom, el asesor del presidente estadounidense Barack Obama para el sector manufacturero, ha señalado en su blog que 'desde que GM y Chrysler salieron de la quiebra en junio de 2009, el sector del automóvil ha añadido 115.000 puestos de trabajo, el mayor ritmo de crecimiento laboral en el sector desde 1998'.