Rebajar la velocidad no reduce los accidentes

Un reciente estudio del profesor titular de transportes de la Universidad Politécnica de Valencia, Juan Dols, desmiente que una hipotética rebaja de los límites de velocidad en carretera lleve aparejada una reducción de los accidentes de tráfico ni tampoco de las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera.

Seis meses de cárcel por conducir a 260 km/h
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En su estudio "Velocidad y Medio Ambiente", el profesor Dols hace notar que sólo el 13 por ciento de los siniestros son causados por superar los límites de velocidad y que no está demostrada una relación directa entre la velocidad máxima asignada a cada vía y la frecuencia de accidentes en estos tramos. De hecho, el experto considera que conducir a bajas velocidades genera una mayor congestión vial que puede incrementar las situaciones de estrés y frustración de los conductores y, como consecuencia, más situaciones de peligro. Por ello y ante la inminencia de la operación salida del Puente de Todos los Santos, el profesor Dols aconseja que se circule a una velocidad uniforme, ajustando la velocidad a aquella en que se circule más cómodamente ya que así, los conductores se vuelven menos impacientes y adelantan menos.

El informe realiza una simulación de lo que ocurriría si se redujera a 80 kilómetros por hora la velocidad máxima en el área metropolitana de Barcelona.

Según sus conclusiones, a menos velocidad no se recortarían la emisiones de sustancias a la atmósfera porque la contaminación no depende en gran medida de la velocidad, sino del nivel de congestión de la vía y sobre todo del régimen de giro del motor y del número de frenadas y arrancadas.

Para el profesor Dols, podría darse la paradoja de que limitando la velocidad a 80 kilómetros por hora, algunos coches contaminaran más que a 120, porque les obligaría a ir en cuarta marcha o incluso en tercera, lo que provocaría que el motor estuviera girando a mayor número de revoluciones y por tanto, contaminando más.

El estudio apuesta por un límite de velocidad variable que se adapte a las circunstancias reales de la vía en cada momento.

"Con un sistema de señalización variable se podría regular la velocidad de los vehículos en función del número que se encuentren en la carretera", asegura.

En la Unión Europa ya se están desarrollando al menos dos sistemas de limitación variable de la velocidad.

El eSafety es capaz de determinar de manera óptima la velocidad dependiendo del tipo de vía, las condiciones exteriores y el estado del tráfico y después informar a los automovilistas mediante la señalización exterior o los medios de comunicación presentes.

Por su parte, el ISA —Intelligent Speed Adaptation— es un sistema diseñado para proporcionar al vehículo y al conductor información sobre el límite de velocidad existente en cada punto del recorrido.

No obstante, el informe reconoce que estos sistemas no podrán ponerse en marcha a corto plazo, ya que un sistema inteligente de limitación de velocidad necesita el esfuerzo conjunto de todas las administraciones, la industria del automóvil y los investigadores públicos y privados.