Campeón del Mundo de Rallys en 1980 y 1982, Walter Rörhl ha tenido el privilegio de ser uno de los pocos que han tenido las manos suficientes para domar a los míticos Grupo B. Por ello, cuando habla, todos deberíamos escuchar y atender muy bien a lo que dice. Ahora, probador de Porsche, no quiso verse involucrado en el último proyecto de los alemanes.
La presentación del Porsche 911 GT2 RS ha dejado claro que el nuevo superdeportivo de Porsche es rápido, muy rápido. Sus 700 CV consiguen que alcance los 100 km/h en 2,8 segundos y una velocidad punta de 340 km/h. Unas cifras espectaculares que hicieron temer a Rörhl por la seguridad del piloto que intentaría batir el récord de Nürburgring para un vehículo de producción, el cual consiguieron tras completar una vuelta al trazado en 6 minutos y 47 segundos.
“No se pueden tener errores, es lo malo. En un coche como este llegas a Schwedenkreuz a 295 km/h y a Fuchsrohre a 270 km/h, donde han sucedido la mayoría de los accidentes en los últimos 20 años. Si llegas a Fuchsrohre a 270 km/h siempre pienso en aquel piloto de Bridgestone que rompió el aro del volante…”, ha reflexionado Rörhl en una entrevista a Drive.
Lo cierto es que si se suman las espectaculares cifras prestacionales del Porsche 911 GT2 RS, con una carga aerodinámica que, aunque alta, está muy lejos de lo que ofrece un vehículo puramente de competición y los peligros inherentes al Infierno verde, no es de extrañar que Rörhl mirara con recelo este proyecto.
Nuestro probador y piloto, Juan Collín, con las mismas sensaciones
“Sin electrónica no hay quien lo conduzca”, el vídeo que nuestro compañero Juan Collín nos dejó en Facebook no deja lugar a dudas. Juan Collín, probador de coches de nuestra editorial Motorpress Ibérica durante décadas y piloto con licencia oficial de la Federación Española de Automovilismo, tuvo la oportunidad de probar el Porsche 911 GT2 RS en el siempre complicado circuito de Portimao (Portugal), en una experiencia que Collín calificó de increíble, pero en la que también aprendió que la última creación de Porsche es una bestia muy difícil de domar y a la que “es muy difícil sacarle todo el partido”.
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