La llegada de la generación 996 del Porsche 911 supuso un cambio radical para este mítico coche deportivo. El 996 no compartía ni una sola pieza con su antecesor el 993, pero el 996 sí tenía mucho que ver con el recién nacido Boxster, no en vano un 40 por ciento de las piezas empleadas en ambos son idénticas y prueba de ello es que además se ensamblaban en la misma cadena de montaje.
El Porsche 911 996 aumentaba nada menos que 78 mm su distancia entre ejes con respecto a su antecesor, 185 mm la longitud y 130 mm la anchura y 5 mm la altura. Exteriormente el 996 mantenía la esencia 911, pero perdía encanto, era menos musculoso y el diseño de los faros delanteros tampoco terminaba de convencer.
El 996 mantenía el motor bóxer de seis cilindros, pero ahora con refrigeración líquida, mientras que la potencia máxima aumentaba de 285 a 300 CV, alcanzando los 320 CV en la versión S. La caja de cambios de seis velocidades era de nuevo diseño, lo mismo que la automática Tiptronic de cinco.
El chasis monocasco del 996 era un 50 por ciento más rígido, mientras que el peso disminuía un 4 por ciento. Las nuevas suspensiones y la mayor distancia entre ejes permitían al 996 un comportamiento mucho más eficaz que el del 993, también más fácil y asequible, mientras que el confort de marcha ganaba muchos enteros. También contaba control electrónico de tracción para hacer su manejo más seguro.
Producido entre 1998 y 2004, en la actualidad los 911 996 se pueden encontrar en el mercado de segunda mano a unos precios verdaderamente tentadores. Sus antecesores 993 y 964 con motor de aire han disparado su cotización pero, de momento, el 996 está poco valorado en el mercado de segunda mano. Y es que estéticamente es el modelo menos agraciado de la saga; también hay que tener en cuenta que el motor ha dado bastantes quebraderos de cabeza, lo que afortunadamente no es demasiado habitual entre los deportivos de Stuttgart.
Los precios en el mercado de segunda mano de los 996 son muy atractivos, se pueden encontrar unidades por aproximadamente 15.000 € en aparente buen estado, pero es mejor juntar 20 o 25.000 € para optar a coches más modernos y con menos kilómetros. Las versiones S y 4S cuestan más caras, en torno a 30.000 o 35.000 €, mientras que el cambio automático en lugar de ser un plus, es un handicap. Mucho más valorados están los GT2 y GT3, también los Turbo, ya que en estos el motor es curiosamente mucho más fiable; la cotización del Turbo ronda los 60.000 €, mientras que los GT2 y GT3 pueden superar los 90.000 €.
A la hora de comprar conviene tener en cuenta que los motores del 996 tienen un problema de diseño y tarde o temprano el rodamiento del árbol de distribución IMS termina rompiéndose y cuando esto ocurre, el motor se destroza. Curiosamente este problema no se presenta en las versiones GT2, GT3 y Turbo.
Afortunadamente existe la posibilidad de evitar la rotura del motor cambiando el rodamiento IMS a tiempo. Se puede volver a montar el original, si bien en el mercado existen otras soluciones que parecen más fiables como el kit desarrollado por Insaro, pero conviene tener en cuenta que el cambio de rodamiento puede costar en torno a 3.000 €.
Si uno se decanta por una unidad con cambio automático Tiptronic, es recomendable cambiar el aceite de la caja de cambios automática cada 50.000 km para evitar averías.
Por lo demás, se trata de un coche construido con materiales de primera calidad que, en general, envejece muy bien. El habitáculo, las tapicerías y los distintos guarnecidos, apenas se degradan en coches con muchos kilómetros.
También te puede interesar
- Porsche 911 R: a prueba la nueva leyenda deportiva
- 35 Porsche clásicos a subasta por el 85 aniversario de la marca
- Porsche 911 Turbo S, Lamborghini Huracan y Audi R8 V10 Plus: 1.800 CV, a prueba
