La Asociación Española de la Carretera (AEC) en colaboración con la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC), la Federación Española Empresarial de Transporte de Viajeros (ASINTRA), la Federación Nacional Empresarial de Transporte en Autobús (FENEBÚS) y la Fundación Francisco Corell, han elaborado una macroencuesta en la que se quería conocer de primera mano la opinión de los conductores profesionales sobre el estado global de conservación de las carreteras de España.
Conductores de autocares y camiones que recorren entre 60.000 y 100.000 km al año han sido contundentes y otorgan una nota de 4,5 de media, por lo que la nota global del conjunto de nuestras carreteras no llega al aprobado. Otro dato bastante revelador entre los profesionales de la conducción indica que seis de cada diez encuestados ha tenido alguna vez un problema de seguridad vial provocado por el mal estado del pavimento o asfalto.
La A3 y la N-340, las peores
Según todas las opiniones recopiladas por los conductores profesionales, las carreteras españolas que están en peor estado de conservación son la N-340, que une Cádiz con Barcelona con una longitud de 1.248 kilómetros, y la A3 o Autovía del Este, una de las seis autovías radiales (en este caso, une Madrid con Valencia). En el lado contrario, las vías con mejor valoración por los encuestados son la AP7 o Autopista del Mediterráneo y la A6 (Autovía del Noroeste).
El 88 por ciento de los conductores profesionales que han participado en esta macroencuesta también admite que una carretera en mal estado influye de forma negativa en la aparición de fatiga y cansancio en la conducción, lo que hace aumentar de forma peligrosa las posibilidades de sufrir un accidente. En este informe, también se indica que el mal estado de las carreteras degrada la vida de los coches, cuyas entrañas técnicas sufren más, lo que deja notar de forma negativa en los bolsillos de los conductores, ya que éstos verán cómo aumentan sus gastos en las tareas de mantenimiento y reparación de sus vehículos. Del mismo modo, una pésima carretera también hace aumentar el consumo de los automóviles.
En este informe elaborado por la AEC, también se obtienen notas negativas en el estado de conservación de infraestructuras como las estaciones de autobuses (un 4,8 de media) y las áreas de descanso (un 4,6). En un escalón incluso más inferior se sitúan los carriles-bus (con un 3,9 de media) y los aparcamientos disuasorios (un 3,5).
Nuestra opinión
Desde AUTOPISTA valoramos muchos las contundentes opiniones de los profesionales de la conducción. Ellos saben mejor que nadie cómo están las carreteras de nuestro país. Como habéis podido comprobar, el suspenso es la nota predominante, por lo que nos sumamos a los colectivos profesionales de conductores para pedir mejoras en el estado de conservación de las carreteras. Todos perseguimos al menos un objetivo: menos accidentes de tráfico.