La forma de viajar está cambiando rápidamente y el hecho de compartir coche está experimentando un crecimiento exponencial. Hay empresas que han sabido aprovechar este nicho, pero el ritmo es tan grande que están obligadas a ser cada vez más competitivas y a formar alianzas estratégicas y acuerdos para seguir sobreviviendo. En este contexto, surge Carhood. Se trata de una empresa australiana que aprovecha los coches aparcados en el aeropuerto para que todos salgan ganando: los conductores no pagan los altos precios del aparcamiento, dejan su coche gratis y, además, pueden ganar dinero alquilándolo a otros viajeros.
La economía de intercambio se ha convertido en una práctica cada vez más habitual: desde coches hasta casas, todo (o casi todo) se comparte. Este escenario ha sido propicio para que actores como Car Next Door y DriveMyCar surjan para dominar el mercado ‘peer-to-peer’, algo que ha sido posible porque las barreras de este sector han ido disminuyendo a medida que los usuarios abrazaban este trueque del siglo XXI. Y si hay un sector en el que este efecto ha sido más intenso, es el del transporte: compartir vehículo permite a los conductores generar una serie de ingresos pasivos al mismo tiempo que se reduce el número de coches en la carretera. Todos salen ganando.
El 25 por ciento de los ingresos
Los aparcamientos de los aeropuertos son un auténtico negocio gracias a sus tarifas. Australia es un buen ejemplo de ello: Sydney tiene el segundo parking más caro del mundo seguido por Melbourne, tercero. Las empresas han sabido ver el beneficio para ayudar a los consumidores a superar la frustración que genera estos precios disparatados. Es el caso de Carhood, una empresa que ha decidido entrar en el mercado aprovechando los vehículos sin uso que permanecen varios días en aparcamientos de los aeropuertos. ¿Cómo? Ofreciendo un servicio de parking gratuito. Eso sí, hay más.
Esta primera oferta es el gancho perfecto para aquellos conductores que están hartos de las tarifas de aparcamiento y ven con buenos ojos la idea de ganar dinero de una manera rápida y cómoda. En el aeropuerto de Melbourne, por ejemplo, hay más de 5.000 coches aparcados que no está utilizando nadie y simplemente ocupan espacio. Carhood pretende aprovechar esos activos. ¿Cómo? La fórmula es fácil: ofrece a los consumidores tarifas competitivas, seguridad para sus vehículos más el 25 por ciento de los ingresos y el 75 por ciento de los beneficios.
Seguros a todo riesgo
El funcionamiento no puede ser más sencillo: los conductores proporcionan la información de las fechas y horarios de su viaje junto a los datos de su coche, que aparcan en los almacenes cercanos al aeropuerto. El proceso para los clientes no es muy diferente: busca los vehículos que están disponibles en función de los días y horas demandados y, simplemente, recoge el coche. El beneficio reside en que Carhood no tiene que pagar las altas tarifas impuestas en el parking de los aeropuertos.
Como en todo, hay algún que otro recelo. El gran pero que ponen muchos conductores es el posible daño que puede sufrir su coche; prestar tu coche a un desconocido siempre entraña un riesgo. Carhood también ha pensado en eso y ofrece dos tipos de seguros: uno completo y otro a terceros para todos los vehículos. Sea como sea y en comparación con una empresa de alquiler normal, los clientes tienen mucho más cuidado y respeto porque tienen muy en cuenta que el coche es de otra persona y se trata de una economía de intercambio.
Así las cosas, después de Melbourne y Brisbane, el siguiente aeropuerto en su hoja de ruta es el de Sydney. Tras él, Carhood pretende ampliar su red a toda Australia incluyendo puntos como Perth, la Costa Dorada o Adelaida. Este será su punto de partida para arrancar el servicio a nivel internacional puesto que su mirada ya está puesta en el aeropuerto londinense de Gatwick.
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