El calor, el aburrimiento, el tiempo que se echa encima y quieres comer algo rápido mientras conduces… Todas estas situaciones pueden provocar que caigamos en algunas actitudes sancionables con las que nunca pensamos que nos pudiera caer una multa.
Esta vez ha sido Legálitas la que ha recordado que algunas posturas o decisiones que tomamos por cotidianas son hechos sancionables y que, incluso, algunas pueden llegar a alcanzar los 200 euros. En un comunicado en el que nos recuerdan las infracciones veraniegas relacionadas con la playa, también hay hueco para el mundo del automóvil.
Entre las infracciones que se recuerdan, la mayor parte de ellas están relacionadas con el artículo 18 de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, en el que se dice “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía".
Este artículo tiene cierta relación con el número 17, en el que se especifica que “los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos". Así, tal y como os señalamos hace unos días, este tipo de redacciones abre un abanico de acciones al volante muy amplio y que, en la mayor parte de los casos, queda a valoración del agente de tráfico correspondiente.
Así, en carretera te pueden multar por comer o beber al volante, llevar chanclas o conducir descalzo y, también, por circular sin camiseta, ya que en el artículo 18 también se especifica que el conductor “deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos".
A las situaciones anteriores podemos añadir apoyar el codo en la ventanilla o que el copiloto ponga los pies en el salpicadero, al entender que estas acciones suponen un riesgo, tanto para el resto de conductores como para los pasajeros que van en su interior. La sanción por cualquiera de ellas es de 100 euros y pueden llegar a alcanzar los 200 euros si el agente entiende que están repercutiendo en una “conducción negligente".
Cuidado con las colillas y el GPS
A los casos anteriores hay que sumar otras dos actitudes habituales por algunos conductores. Desde hace unas semanas, se está poniendo en duda si se debe prohibir fumar al volante, al considerar que ello puede provocar distracciones peligrosas. Lo que sí es seguro es que tirar una colilla por la ventana está sancionado con 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del carné, al infringir el artículo 6, donde se especifica que “se prohíbe arrojar a la vía o en sus inmediaciones cualquier objeto que pueda dar lugar a la producción de incendios o, en general, poner en peligro la seguridad vial".
Además, mientras que en el artículo 18.1 queda explicitado que los GPS quedan exentos de la prohibición de mirar a pantallas durante la conducción, en el punto 2 sí se deja claro “se prohíbe la utilización durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil y cualquier otro medio o sistema de comunicación, excepto cuando el desarrollo de la comunicación tenga lugar sin emplear las manos ni usar cascos, auriculares o instrumentos similares". Por tanto, podemos aprovecharnos de las indicaciones del GPS, pero no está permitida su manipulación en marcha, ya que podría acarrearnos una sanción de 200 euros y la pérdida de tres puntos del carné.
