Europa ha decidido multar a Fiat por entender que se acogieron a un esquema fiscal abusivo y que atenta contra las leyes de competencia europeas. Esto se debe a que se han beneficiado de unas ventajas fiscales hechas a medida y que en ningún caso eran comunes para el resto de las empresas.
Gracias a estas maniobras, Fiat se ha ahorrado en Luxemburgo impuestos por valor de varios millones de euros, según el diario británico Financial Times.
La sanción económica se estima por encima de los 30 millones de euros, que será algo menor para otras empresas condenadas por las mismas acciones, como Starbucks en Holanda. Tras esto, se continuará con la investigación de grandes firmas como Apple y Amazon en Irlanda, proceso para el que la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, está recopilando datos para saber si, como en el caso de las dos primeras, estas empresas también se beneficiaron de ‘tax rulings’ (marcos fiscales especiales) selectivos y, por tanto, ilegales.
Aunque Bruselas conocía estas prácticas ilegales, el informe periodístico ‘Luxleaks’ hizo públicos cientos de acuerdos que Luxemburgo había brindado a las distintas marcas para que establecieran su sede allí, a cambio de una notable reducción en la factura fiscal, lo que se conoce como ‘hacer un traje a medida’. Al tratarse de acuerdos para empresas puntuales, se consideran ilegales por impedir a otras compañías disponer de las mismas ventajas, afectando claramente a su competencia en el mercado. Luxemburgo daría pie a descubrir todo el entramado fiscal de otros países europeos.
Fiat habría empezado a beneficiarse de estas ventajas fiscales a raíz del traslado de su sede a Holanda, tras fusionarse con la firma norteamericana Chrysler y dar lugar al grupo Fiat Chrysler Automobiles en 2014. En esos momentos, desde las altas esferas de la compañía se aseguró que la sede fiscal permanecería en Reino Unido y que se respetarían las imposiciones fiscales de los países en los que se llevaran a cabo sus diferentes actividades económicas.
Aunque son los propios países (como Luxemburgo) los que permiten que se paguen unos impuestos excesivamente bajos, las multas las tienen que pagar las marca, como en este caso Fiat. Lo anecdótico es que el propio Luxemburgo cobrará la sanción, lo que hace que estos países no tengan ningún interés en dejar de realizar estas prácticas con aquellas empresas que estén dispuestas a correr el riesgo.
