Así lo ha confirmado el Ayuntamiento de Madrid, que busca otorgar más espacio a los peatones en unas fechas en las que las calles se abarrotan de viandantes a la caza de sus compras navideñas.
En la Gran Vía el espacio para el tráfico rodado se reducirla a un carril por sentido, en el centro de la avenida, salvo en el tramo que va de la calle San Bernardo a la Plaza de España. Allí se habilitarán dos carriles hacia Plaza de España y uno en sentido contrario. El resto de la calzada será de uso peatonal.
Dichos carriles estarán reservados a unos pocos vehículos: autobuses urbanos, coches de residentes en la arteria madrileña, los titulares de plazas de aparcamiento en la misma, taxis, motos, bicicletas, unidades móviles de televisión, vehículos con distintivo ‘cero emisiones’, grúas y vehículos que accedan a hoteles de la zona con equipaje. Y todos ellos tendrán la velocidad limitada a 30 km/h.
Además, los agentes de tráfico podrán hacer puntualmente los ajustes necesarios para facilitar el paso de los vehículos de evacuación y emergencias.
También se reducirá el horario de carga y descarga, que será de 23:00 a 11:00, y se prohibirá el estacionamiento de ciclomotores y motocicletas en Gran Vía, Red de San Luis y Plaza de Callao.
En cuanto a los aparcamientos públicos de rotación, no se permitirá su acceso por las mencionadas vías, pero los agentes de movilidad y la Policía Municipal podrán establecer rutas alternativas en cada caso, si fuera necesario.
Todas estas limitaciones tendrán lugar en tres periodos: del 2 al 11 de diciembre, el fin de semana del 16 al 18 y del 23 de diciembre al 8 de enero.
Los mismos vehículos vetados en la Gran Vía lo estarán también en las Calles Atocha, Mayor y Segovia. En esta última solo estará limitada la circulación en el tramo que va de la Ronda de Segovia a Puerta Cerrada. Además, el Consistorio se reserva la posibilidad de efectuar cortes o restricciones puntuales en función de la congestión del tráfico.
Para que se respeten estas restricciones, habrá controles de acceso en Plaza de España, Plaza de Cibeles, Plaza de la Independencia, Plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno), Glorieta del Emperador Carlos V, Glorieta Puerta de Toledo, Plaza de San Francisco el Grande, Calle Mayor y Calle Bailén, en un principio. Estarán sujetos a ampliaciones, reducciones y otras modificaciones en función de las necesidades del tráfico.
Las críticas a esta medida no se han hecho esperar: el PP la considera una ‘verdadera barbaridad’ y augura que se va a ‘colapsar la ciudad’ y que Madrid será ‘un verdadero infierno’. La concejal Inma Sanz ha hecho sus cálculos y asegura que harían falta 1.400 autobuses para trasladar a los usuarios de los 50.000 vehículos que transitan a diario por la Gran Vía.
La Consejería de Transportes también ha manifestado su malestar, al indicar a Efe que el Ayuntamiento no se ha puesto en contacto con el Consorcio Regional de Transportes ‘en ningún momento’ para avanzarles la medida y coordinar la actuación con la red de Metro.
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