Madrid-Cataluña: el derby de las carreteras

Cataluña y Madrid. Madrid y Cataluña. Las dos comunidades autónomas con mayor jerarquía de España se enfrentan una vez más. En esta ocasión, las infraestructuras protagonizan la batalla. ¿Quién las tiene mejores? ¿Quién recibe más dinero?

Madrid-Cataluña: el derby de las carreteras
Madrid-Cataluña: el derby de las carreteras

Las carreteras siempre tienen su cuota de protagonismo durante los meses de verano. Se producen millones de desplazamientos y, por desgracia, cientos de vidas quedan en el asfalto. Esta año, además, ha surgido un tenso debate sobre las infraestructuras: ferrocarriles, eléctricas y, cómo no, carreteras han mostrado su peor cara, con retrasos, fallos y atascos en Cataluña. Esta comunidad se queja de falta de inversiones y, al mismo tiempo, Madrid avisa del abandono presupuestario que sufre por parte del Ejecutivo.La semana pasada la AP-7, una de las principales vías vertebradoras en Cataluña, sufría un “inusual" atasco que obligaba a la concesionaria de la autopista a abrir un par de peajes para mitigar retenciones de hasta 80 kilómetros. Fuentes del Servei Catalá de Transit –el equivalente de la DGT en Cataluña- y de la concesionaria Acesa justificaban el colapso señalando que se debía a "la coincidencia" de la operación salida de agosto, el fin de semana y los problemas de movilidad ferroviaria en el área de Barcelona. No obstante, una semana después todo volvía a repetirse. Los ciudadanos catalanes están que trinan y las protestas están siendo aprovechadas por los políticos para defender sus propios intereses. Los nacionalistas y los populares reclaman más dinero en infraestructuras, mientras que los socialistas defienden que la inversión es suficiente y que la carencia de infraestructuras es herencia de la época en la que gobernó el Partido Popular. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, reconocía que Cataluña era la comunidad que más favorecida salía en los presupuestos de este departamento. Este hecho ha servido como excusa a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, para demostrar sus tesis de que Madrid no recibe dinero para carreteras. Durante la última etapa del gobierno popular, el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, encargó unos estudios para el desarrollo de nuevas autopistas de peaje para desatascar ciertas salidas de la capital. Se proyectó la R-1, la R-6 (alternativas de pago a las autovías de Burgos y La Coruña) y el cierre del anillo de la M50. Con la llegada al poder del Ejecutivo socialista, estos proyectos se paralizaron, hasta que se aprobara el Plan Especial de Infraestructuras y Transportes (PEIT). Éste salió a la luz meses después sin que hubiera referencia a las tres carreteras, que desaparecieron.Posteriormente, el Gobierno de Madrid logró el compromiso de realizar los estudios pertinentes para la R-1 y para la prolongación de la R-3, mientras que la Comunidad espera poder construir por su cuenta el cierre de la M-50, pues considera que tiene las competencias.Volviendo a las cifras, lo cierto es que la inversión en Cataluña ha caído en los últimos años, pero no es menos verdad que recibe más dinero que Madrid. Según los datos del propio Ministerio de Fomento, para 2007 las inversiones totales en Madrid ascienden a 2.138,81 millones de euros, mientras que las de Cataluña superan los 3.780 millones. En una de las partidas más importantes, la cantidad de dinero destinada a la creación de carreteras, la vencedora también es Cataluña, con 1.823,77 millones frente a los 315,88 millones para Madrid. Decíamos que la capital no se libraba de los atascos ni en agosto. Que se lo pregunten a los usuarios de la A-6, que están sufriendo las retenciones, a causa del cierre de uno de los túneles de acceso, incluso en pleno mes de agosto. Y es que las grandes ciudades aprovechan los meses de estío, que cuentan, aparentemente, con un menor nivel de tráfico, para afrontar determinadas obras de ampliación o acondicionamiento. El problema radica en que los veranos actuales no son como los de hace años y las ciudades no quedan tan desiertas.