Fue en 1979 cuando el director australiano George Miller creó Mad Max. Una película realizada en este país, con un corto presupuesto (400.000 dólares), pero que tuvo una gran proyección fuera de sus fronteras, reflejando la crueldad que podría originarse a consecuencia de la escasez de recursos y de combustible. Dejó una honda huella en la historia del cine, tanto que Miller produjo dos nuevas entregas en 1981 y 1985, que se convirtieron en películas de culto y que sirvió de lanzadera como estrella de cine a su protagonista principal, Mel Gibson. Ahora, 36 años después, se estrena una cuarta entrega, Mad Max fury Road, dirigida por el mismo George Miller y con actores ya contrastados como protagonistas: Tom Hardy y Charlize Theron .
No te pierdas la galería con todos los coches de la película
La primera película tiene lugar en un clima pre-apocalíptico, con grupos de motos campando a sus anchas sin ningún respeto por la ley —para realizar las escenas acudieron a una pandilla auténtica de motociclistas locales, «los Vigilantes»—, conduciendo las Kawasaki Z 1000 y Z 750, donadas por el importador australiano de la marca. Éstos se enfrentan a los policías locales, resaltando la figura de Mad Max, que se salta todas las reglas para someter a los representantes del mal. Y aquí toma forma, como su principal aliado, el Interceptor, el coche preparado por la policía para perseguir a los delincuentes por las interminables rectas de las carreteras locales. Se trata de un Ford Falcon XB GT351 de 1974, australiano, modificado en su frontal para darle mayor agresividad y dotado de un motor V8 de 5,7 litros que rendía 300 CV y que en la película duplicaba supuestamente esa potencia. Para las siguientes entregas el Interceptor fue reconfigurado para adaptarse al nuevo escenario, ya en una época post-apocalíptica y en la que luchan por conseguir combustible para los satánicos vehículos en los que se desplazaban los diferentes grupos tribales. El bloque de motor se asoma con mayor volumen a través del capó, mostrando un teórico compresor volumétrico que Mad Max accionaba desde el interior cuando necesitaba potencia extra, y la parte posterior deja al descubierto dos grandes depósitos para almacenar combustible.
Para el rodaje de las cuatro películas se han modificado y construido 150 vehículos entre camiones, motos, coches y ultraligeros, de los cuales más de 20 resultaron destruidos en el rodaje de las diferentes escenas. Espectaculares híbridos con piezas de diferentes coches que representan ese mundo donde se desarrolla la acción y que, en la cuarta entrega que ahora se estrena, alcanzan aún mayor protagonismo. Te mostramos los más destacados de la nueva producción.