La Junta de Castilla y León decidió en octubre de 2016 pintar en dos carreteras convencionales, la CL-615 y la CL-613, unos indicadores longitudinales de color verde, e instalar señales verticales informativas en estas vías autonómicas para que los conductores las identifiquen como tramos de carreteras de velocidad controlada.
La finalidad de esta actuación es intentar “reeducar” a los conductores para que identifiquen fácilmente un tramo de carretera con velocidad controlada y, de esta forma, conseguir que se sigan reduciendo los accidentes de tráfico. Así, gracias a esa percepción de señales, el conductor aminora la marcha “por defecto” cuando las señales se hacen visibles y, al final, acaba interiorizando la costumbre de reducir la velocidad durante la conducción.
Ambas carreteras son de calzada única y doble sentido de circulación. Se encuentran en buen estado de conservación y cuentan en su trazado con largas rectas; una anchura que oscila entre los 3 y los 3 metros y medio; curvas horizontales de radio amplio y una intensidad media de vehículos para toda la carretera de 3.137 vehículos para la CL-615 y de 2.035 para la CL-613. Estos factores unidos pueden generar en algunos conductores una errónea y peligrosa sensación de control y de seguridad que les puede inducir a sobrepasar los límites de velocidad establecidos para estos tipos de vías.
Sensación de estrechez de la vía
Esta actuación, constituye una experiencia piloto que se ha llevado a la práctica en España, por primera vez, aprovechando las realizadas ya en Suecia y Holanda, donde se ha demostrado que las marcas de colores generan en los conductores la sensación de estrechamiento del carril para inducirles a moderar su velocidad. Se pretende que el usuario de la vía identifique y vaya asociando estas indicaciones a tramos de carreteras de velocidad controlada, con el fin de que, una vez producido el efecto de concienciación en los conductores, no sea necesaria la instalación de sistemas de control de velocidad, y se obtenga una carretera autoexplicativa.
En el 41% de los accidentes está presente el exceso de velocidad, según el estudio “La contribución de la velocidad a la prevención de accidentes en España”, elaborado por Cesvimap y Fundación Mapfre. Es más, de este porcentaje, el 43% de las colisiones generales y el 69% de los atropellos se habrían evitado en caso de haberse respetado la velocidad.
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