Calles limitadas a 30 km/h en la mayor parte de vías de las ciudades: éste es otro de los puntos que recoge el nuevo Reglamento General de Circulación, que aún espera la aprobación definitiva por parte del Consejo de Ministros. Así lo recordó el pasado viernes la directora general de Tráfico, María Seguí, resaltando que esta notable bajada de velocidad en zonas urbanas convertirá a España en un país de ejemplo en lo que a movilidad urbana se refiere.
Las calles que bajarán el límite de velocidad de 50 a 30 km/h serán aquellas que consten de un sólo carril para cada sentido o, en su defecto, las que sólo dispongan de un carril, mientras que el límite será de 20 km/h en aquellas zonas en las que la acera y la calzada no estén separadas por un bordillo. Según Seguí, esta reseñable reducción, que bajará considerablemente la velocidad en las ciudades españolas, ha sido contemplada para amparar a los peatones, que siguen siendo los usuarios viables más vulnerables, y a los usuarios de la bicicleta: este nuevo límite permitirá integrarlos en la circulación sin tener que invertir en nuevas infraestructuras o lo que es lo mismo, más carril bici.
Si bien del nuevo Reglamento de Circulación trazado por el Gobierno se parapetó en la subida a 130 km/h en vías rápidas, la realidad es que la mayor parte de límites de velocidad bajan en el reglamento revisado. Y buena prueba de ello es esta bajada a 30 km/h y 20 km/h, que equipara a los coches a las bicis y los acerca a los peatones. Pero no es el único: también las carreteras convencionales rebajarán la velocidad, pasando las vías tipificadas a 100 km/h a 90 km/h y las limitadas a 90 km/h a 70 km/h. Por su parte, como ya adelantamos en su momento, ese 'caramelo' de elevar el límite a 130 km/h sólo estará disponible en 1.500 kilómetros de nuestras carreteras, o lo que es lo mismo sólo el 1 por ciento de la red española.
Con esta medida, la DGT sigue señalando la velocidad como el principal culpable de los accidentes, cuando no es así. Según las propias estadísticas de la DGT, los siniestros con víctimas producidos en los últimos cinco años apenas llegan al 2 por ciento cuando el exceso de velocidad es la causa. Más elevado es, sin embargo, el de la velocidad indebida, demostrando que los límites variables son verdaderamente la solución. Con esto en la mano, ¿siguen pensando que nos vamos a creer que es por nuestra seguridad?