Las '4 válvulas por cilindro' cumplen 100 años en Opel

De aquel primer motor de 4 válvulas por cilindro que Opel desarrolló para la competición al novedoso 1.6 CDTi, ha pasado un siglo y, entre medias, algunos "16V" de Opel han sido referencia por su extraordinario rendimiento y respuesta. Quién no se acuerda del Kadett GSI de 1987.

Lorenzo Alcocer

Las '4 válvulas por cilindro' cumplen 100 años en Opel
Las '4 válvulas por cilindro' cumplen 100 años en Opel

Salvo excepciones, hoy día las 4 válvulas por cilindro resulta la configuración estándar de cualquier motor de un automóvil. Así son los últimos motores presentados por Opel, el pequeño 1.0 12V tricilíndrico de gasolina de 115 CV que estrenará el Adam en 2014 y los 1.6 SIDI y 1.6 CDTi que progresivamente están llegando a las gamas Astra e Insignia.

 

La técnica de las 4 válvulas por cilindro surge de la necesidad de mejorar la respiración del motor a altas revoluciones y en consecuencia la potencia. A mediados del siglo pasado en las diferentes competiciones automovilísticas empiezan a aparecer motores con este tipo de distribución. Opel decide competir en los rallyes y homologa en 1979 una corta serie del Ascona 400 con motor 2.4 16V de 140 CV. La versión de carreras llegaría a rendir 240 CV.

 Opel Ascona

Otro hito en la historia de Opel se produce en 1987, cuando aplica esta tecnología en un modelo de volumen. El resultado fue un fabuloso Kadett GSI. Su 2.0 16V contaba con una culata de aluminio desarrollada por Cosworth y su rendimiento era soberbio. Coincidieron unidades extraordinarias sin catalizar que rendían oficialmente 156 CV pero que dejaban huellas de 170 CV en los bancos de rodillos de la época, incluido el nuestro de Autopista, y curvas de par anchas y elevadas. Posteriormente llegaron las versiones catalizadas que bajaban su potencia, pero no sus enormes maneras, a 150 CV.

 

En 1991 Opel montó un turbo a este bloque 2.0 16V, convirtiéndose en su primer motor sobrealimentado con 4 válvulas por cilindro. El benefactor de este motor fue el aerodinámico Opel Calibra 4x4, que con 204 CV y la tracción integral se convirtió en un deportivo referente en su época.

 

Antes, en 1989, también el bloque 3.0 de 6 cilindros de Opel que por aquel entonces montan los Senator y Omega se aprovechan de las 4 válvulas por cilindro para rendir una potencia de 204 CV. Un último hito antes de llegar a nuestros días queda fechado en 1997 con su motor ECOTEC DI 16V, el primer motor Opel turbodiésel de inyección directa con tecnología de cuatro válvulas.

 

 Sus inicios

Todo empezó en 1913, cuando Opel fabricó tres unidades de un monoplaza llamado Grand Prix con el que competiría en la categoría que hoy sería la Fórmula 1. Técnicamente, aquellos coches estaban desarrollados bajo la ingeniería más avanzada del momento y al margen del esfuerzo por mantener su peso en 1.000 kg, su motor fue la pieza más codiciada. Era un 4 cilindros de 4,5 litros que desarrollaba 110 CV, con carter de aluminio y un árbol de levas que movía dos válvulas de admisión y otras dos de escape. Nacía así el primer motor de combustión de Opel de 4 válvulas por cilindro.

 

Opel desarrolló esta tecnología y fabricó un gigantesco motor de solo 4 cilindros y 12,3 litros. Lo instaló en un coche de tal envergadura que dio lugar a ser conocido como el Monstruo Verde. Con 260 CV, el Monstruo Verde lanzaba sus 2.000 kilos de peso por encima de los 220 km/h, lo que le hacía imbatible en las carreras celebradas en las playas por las interminables rectas que se sucedían.

Opel Green Monster