Disfrutando del coche de choque en un carríl bici
Un conductor inglés tuvo la ‘brillante’ idea de sacar a pasear un coche de choque por el carril bici de su barrio. Ante el ‘alto’ de los agentes, no se le ocurrió otra cosa que decir que en el reglamento no ponía nada acerca de la prohibición de circular con este tipo de vehículos. De nada le sirvió esta excusa y fue sancionado. Imaginamos que el coche en cuestión se alimentaría de algún tipo de batería instalada en su interior, ya que funcionan con la electricidad que les llega a través de su antena.
Un copiloto poco hablador
La Guardia Civil multó en 2012 a un conductor que circulaba por el carril BUS-VAO (para vehículos ocupados por un mínimo de dos personas) de la A6 madrileña por utilizar un maniquí como copiloto y así hacer uso de un carril especial sin cumplir con el reglamento. El muñeco en cuestión llevaba todos los atuendos necesarios para que se hiciera pasar por una persona, pero no fue capaz de responder a las preguntas de los agentes. La multa fue de 200 euros, sin retirada de puntos del carné.
Una mano en el sitio equivocado
En Valencia, un conductor con las ‘hormonas revolucionadas’ fue multado por la policía local tras ser pillado masturbándose. La infracción le costó 150 euros y la retirada de tres puntos del permiso de conducir, similar a la de conducir utilizando el teléfono móvil. En este caso, el aparato que tenía en la mano era otro.
En silla de ruedas y borracho
Un alemán que se había pasado con el alcohol durante una noche de fiesta, decidió que lo mejor era ir a ‘todo trapo’ con su silla de ruedas motorizada y que le fuera dando el aire fresco en la cara. Terminó siendo multado por la policía; algo tendría que ver que fuera con una tasa de alcohol que superaba en 10 veces a la máxima legal permitida.
En moto con su ‘mejor amigo’
La policía italiana se tuvo que poner seria cuando vio a un hombre que circulaba en su moto con un acompañante muy peculiar, su perro Drago. El amor que tienen algunos por su mascota a veces se pasa de vueltas, ya que Marco Antichi –que así se llama el infractor- tuvo la decencia de ponerle el casco al can. Una anécdota que le costó 78 euros.
Cuidado con el perro
Hace unas semanas, nos hacíamos eco de una noticia en la que un vecino de Pontevedra había recibido una sanción de 200 euros por no respetar el límite de seguridad necesario al adelantar a un perro en una vía interurbana. No es una multa nada habitual, pero la Ley así lo dicta.
‘Peor’ que un niño
Los agentes de la Guardia Civil asistieron estupefactos a una escena en la que un hombre circulaba con un triciclo de juguete por un polígono industrial. Ni corto ni perezoso, el infractor declaró que era su medio de transporte habitual. 300 euros de multa le costó la ‘broma’, ya que le pillaron de noche y sin luces que avisaran de su presencia.
Multa por ir ‘armado’
En 2010, un gallego se llevó una ‘receta’ de la policía local por ‘tenencia ilícita de armas’. El objeto en cuestión era un tirachinas de madera que el joven llevaba colgado del espejo retrovisor interior. Un multa de 300 euros y quedarse sin el regalo artesanal de su abuelo es lo que le tuvo que pagar este conductor.
Tiene derecho a permanecer en silencio
Discutir mientras conduces no es una buena idea. Así lo decidió un agente de la Guardia Civil en Canarias, tras considerar que el conductor no prestaba la suficiente atención a la carretera. Una multa de 80 euros es lo que dio como resultado su acalorada conversación con el copiloto.
La música alta en la discoteca
Un conductor de Murcia se vio obligado a pagar 200 euros de multa por circular con la música de su coche demasiado elevada. Otros casos parecidos se han visto a lo largo de la historia, aunque suelen quedar impunes tras recurrir.
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