A falta de un acuerdo de investidura y mientras se lleva a cabo la ronda de contactos para elegir el nuevo Gobierno de nuestro país, dos temas planean sobre la cabeza de los conductores: una subida en el precio del diésel y la posibilidad de hacer de pago autovías que, hasta ahora, son gratuitas.
El impuesto al diésel
De los dos temas que más preocupan a los conductores, sin duda el referente al diésel es el que mostrará sus efectos antes. Y es que en el Plan de Estabilidad presentado por el Gobierno a la Comisión Europea ya se plantea una subida del impuesto de este combustible en 38 euros por cada 1.000 litros, es decir, 3,8 céntimos por cada litro de combustible.
De momento, no se ha establecido una fecha a partir de la cual comenzará a aplicarse este nuevo tipo impositivo, más allá de que tendremos que esperar al próximo año, pero desde Hacienda ya calculan que este incremento del impuesto supondrá un desembolso de unos 3,3 euros al mes para los conductores que realizan unos 15.000 kilómetros al año.
Los que no tendrán que preocuparse de esta subida serán los profesionales.** Los transportistas y ganaderos** que, entre otros, su trabajo depende en gran medida de este combustible no verán subir su precio, con el objetivo de darles tiempo para que renueven su maquinaria a otra menos contaminante. El resto de conductores veremos cómo un depósito de 50 litros aumenta casi 2 euros su precio.
Y se espera que esta subida pueda ser aún mayor en el futuro. El Gobierno también le ha hecho saber a Bruselas que buscará una equiparación en el precio de la gasolina y el diésel, que ahora mismo tienen una diferencia de 10 céntimos en impuestos, con 40,7 céntimos por litro en el caso de la gasolina y 30,7 céntimos por litro en el diésel. Si descontamos los 3,8 céntimos por litro que subirá en los próximos meses, aún quedaría por aumentar su precio otros 6,2 céntimos por litro de combustible.
Autopistas gratuitas… ¿de pago?
Pese a que el Gobierno no ha renovado algunas concesiones a principios de año y autopistas de peaje han pasado a ser gratuitas, justo antes de la campaña electoral ya se habló de que los conductores podrían que tener que pagar en el futuro para poder disfrutar de algunas vías que, a día de hoy, son gratuitas.
En un Encuentro del Sector de las Infraestructuras organizado por Deloitte y ABC, Julián Lopez Milla, secretario de general de Infraestructuras ya señaló que “*sólo hay dos opciones, o** se conservan (las carreteras) y se mantienen con fondos públicos procedentes de los Presupuestos o con alternativas que supongan el pago por los usuarios***".
Estas declaraciones llegaban después de que el propio Milla asegurara que España arrastra un déficit de unos 2.000 millones de euros en la conservación de las carreteras españolas desde 2012. Estos datos asegurarían que los 11.000 millones de euros anuales que pagamos los contribuyentes por las carreteras españolas, tal y como recogimos en Autopista, no podrían ser suficientes.
En el mismo sentido también ha hablado** José Luis Ábalos, ministro de Fomento**, quien señaló que **hay que buscar “un marco de financiación de infraestructuras justo y equitativo y que permita un nivel de inversión estable y sostenible en el largo plazo. (…) Lo que no es sostenible es bajar impuestos y aumentar la inversión, o contamos con un modelo alternativo o con los tributos".
Según los primeros cálculos, El Confidencial Digital sitúa el precio de circular por las carreteras españolas entre 3 y 15 céntimos por kilómetro, en función de las emisiones contaminantes de nuestro vehículo. Si este plan siguiera adelante con estas cifras, cruzar la Península entre Cádiz y Bilbao pasaría a suponer un desembolso para los conductores de entre 30 y 146 euros.