Falla el consumo de biocombustibles

Los biocombustibles han sido señalados como una de las alternativas a las altas emisiones contaminantes que provocan los carburantes tradicionales. La producción ha aumentado mucho en el último año; no así la demanda, que no sigue el ritmo. La patronal del sector pide medidas.

Muy próxima, la ley de biocombustibles
Muy próxima, la ley de biocombustibles

La industria española productora de biocarburantes ha alzado la voz para pedir medidas que aumenten la demanda de estos combustibles alternativos, pues el aumento de la producción no está siendo acompañado por un alza de las ventas en la misma proporción.

En España, hablar de biocombustibles es, por el momento, hablar de biodiésel y bioetanol, ambos procedentes de fuentes vegetales. En la actualidad existen doce plantas de producción de biodiésel. La producción creció el pasado año hasta alcanzar las 455.577 toneladas, un incremento del 44 por ciento. Pero mientras se llama a la necesidad de disminuir el consumo de petróleo para reducir las emisiones de CO2, el mercado no está acompañando. La Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) afirma que “las ventas en España de biocarburantes procedentes de las plantas españolas han crecido a un ritmo muy inferior al de la producción". Frente al aumento de la producción, la demanda ha crecido un 19 por ciento, hasta las 241.849 toneladas. Esto quiere decir que el 48 por ciento de lo generado no se ha podido vender en España y ha tenido que exportarse. Hasta el momento, el consumo de biocombustibles es mínimo; el bioetanol consigue un 0,36 por ciento de la cuota de mercado y el biodiésel un 0,18 por ciento. El objetivo es alcanzar 2,2 millones de toneladas en 2010, que significarían un 5,75 por ciento del consumo total. La APPA reclama que se obligue por ley a un consumo mínimo de biocombustibles, como ha recomendado la Comisión Europea. El consumo actual deberá multiplicarse por trece para alcanzar el objetivo, según la patronal del sector. El Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) desarrollará una investigación para producir bioetanol a partir de los residuos de los cítricos, que podrá utilizarse con motores flexibles. Cáscaras, pulpa y zumo de naranja serán transformados así en un nuevo combustible, mezclado con gasolina, para su utilización en vehículos. El proyecto se llama “Atenea" y es fruto de un acuerdo de colaboración entre el Ciemat, la Generalitat Valenciana, la empresa valenciana de transformación de materiales metálicos Imecal y la planta de Ford en Almussafes. El Gobierno de Japón planea desarrollar un vehículo eléctrico, propulsado por baterías de litio-ion que cueste un 85 por ciento menos que los modelos similares existentes a día de hoy. Este automóvil de bajo coste estará listo en 2015 y se espera que tenga un precio en torno a 9.700 euros.