Creamos un SUV para Mazda

“Olvídate de que eres periodista. Hoy eres uno de nosotros, un diseñador más del equipo de Mazda y tienes que ver el mundo y pensar como tal. Sustituye tus herramientas habituales de trabajo por un lápiz y mucha imaginación. Empezamos". Con estas palabras de Laurens van den Acker, el responsable de estilo de los Mazda que ves en la calle y que verás en el futuro, arranca nuestra jornada de trabajo junto al equipo de Diseño de esta marca japonesa. Acompáñanos.

Creamos un SUV para Mazda
Creamos un SUV para Mazda

Briefing introductorio de diferentes responsables de diseño global, europeo, de línea exterior, de interiores… Estamos abiertos a todo tipo de consejos por parte de los que entienden para que el resultado final sea positivo para todos, aunque el bombardeo informativo abruma, sobre todo para intentar hacer las cosas bien y meter la pata lo menos posible. “Para crear un coche, lo primero que tienes que hacer es dibujar las ruedas y establecer la distancia entre ejes" me comentaba la noche anterior en una cena informal Atsuhiko Yamada, responsable de diseño de Mazda en el mercado asiático y creador el espectacular concepto Taiki. También Luca Collino –un viejo amigo que conocí en 2005 en Francfort cuando me explicó el concepto Sassou- está por allí y al verme se acerca para restar tensión al tema: “tienes que tener el espíritu libre, sin condicionantes; no pienses como un periodista, piensa como Juan Carlos con tus gustos y fobias. Sólo así podrás crear una escultura en movimiento" nos aconseja.La cita: el responsable mundial de diseño de Mazda, Laurens van den Acker, nos manda a la redacción un mensaje audiovisual convocándonos de forma misteriosa a un encuentro inolvidable.

Lugar: zona industrial de Utrech, muy cerca de la capital holandesa Amsterdam.

Objetivo: convertirnos en diseñadores por un día.

Reto aceptado. Se acabaron los sermones. Se desvela el reto: tenemos que crear un concepto de Mazda SUV para el mercado ruso. ¿Por dónde empezamos? ¿Qué sabemos de los gustos del cliente ruso, de los condicionantes del país, de las carreteras, de los conductores? Pues lo mismo que muchos de vosotros, pero no es momento de desertar.

Arrancamos por el diseño interior. Nos guía Luciana Silvares, diseñadora que se ocupa de los interiores en Mazda y más en concreto analizando y haciendo propuestas sobre materiales y colores. El manual de un buen diseñador de interiores aconseja arrancar con el cuadro de mandos y consola central: apostamos por un cuadro central muy informativo que recorra todo el frontal, sin centrarse en el conductor, proponiendo también entretenimiento al acompañante. Segundo paso: puertas y cristales. Nuestra apuesta intenta aprovechar la idea de apertura de puertas del RX-8 con conversión en un hipotético e inexistente pilar B. Cristales tintados, por supuesto y aprovechamiento de detalles de color para guarnecidos que también incluiremos en tapicería de los asientos. Apostamos por una combinación de negro y naranja que conjuga elegancia con un toque de calor imprescindible en un mercado como el que se nos ha sugerido. Paso tres: asientos: optamos por una configuración cuatro plazas, con cuatro baquets –estamos hablando de un concepto– y jugamos con el cuero con pespuntes en naranja. Los asientos, al ser cuatro, se enganchan a una columna central lo que posibilita ganar un interesante espacio al prescindir de los habituales carriles para desplazar las banquetas. Sugerimos una toma USB en cada asiento, reposacabezas con la forma del polígono de cinco lados que define la parrilla de los actuales conceptos de Mazda… Nos estamos viniendo arriba pero el primer acto se acaba: no parece haber ido mal y nos hemos encontrado a gusto. El resultado es aparente, pintón, mejor de lo esperado.