La decimoctava edición del Concurso de Diseño de Autopista, Nissan y la Universidad Politécnica de Valencia ha dejado proyectos muy interesantes, que si bien no han conseguido ganar sí que han mostrado una calidad y un talento digno de mención. Tan diferentes como originales, hacemos un repaso de los mejores.
Uno de los proyectos más serios y completos de esta edición del Concurso de Diseño de Autopista de 2015 es el Nissan Yotto, de Carlos Ávalos. Se trata de un superdeportivo eléctrico movido por energías renovables, como la solar o la eólica. De líneas muy aerodinámicas, ofrece un gran número de soluciones innovadoras, como las ruedas, que ofrecen suspensión integrada, los asientos adaptativos dependiendo del peso o el volumen del pasajero o conductor, o la enorme vela plegable capaz de aprovechar la fuerza del viento, como afirma su autor. La inspiración náutica, en los catamaranes de competición, está presente en todo el diseño especialmente en la parte trasera del vehículo, de hecho, Yotto significa velero en japonés.
Otro de los diseños más innovadores en esta edición del Concurso de Diseño de Autopista, de este año nos ha venido de la mano de Auka Forero, con su Nissan Aerotruck. Un vehículo pensado para transportar y dar apoyo a los equipos de alta competición en los circuitos. Un diseño muy original con una cabina, desde la que remolca el imponente tráiler, que se divide en dos partes, la superior es un helicóptero. Por sus innovaciones en formas e ideas y por su buena factura, es uno de los destacados del jurado de este 2015.
Como el Nissan Viper, de David Rodríguez. Con un diseño a caballo entre un coche y una moto, es “un vehículo recreacional y deportivo destinado a proporcionar la sensación de vuelo sobre la carretera”, como nos describe el propio David. Con capacidad para tres ocupantes dispone de dos ruedas y está propulsado por electricidad. Tiene un habitáculo que gira sobre sí mismo en las curvas para simular la inclinación de las motos y las sensaciones deportivas que ellas producen. El acceso se realiza por las puertas correderas.
El Nissan Bluebird Neo, de Sebastián Congost nos muestra un concepto de crossover muy atractivo. Llamativo especialmente por su techo, con láminas móviles que generan un habitáculo luminoso en invierno pero que protegen de los rayos en verano, se caracteriza por una estructura tubular construida en aluminio y cubierta por una carrocería en carbono con inserciones cerámicas. Está propulsado por un motor eléctrico que actúa sobre las ruedas delanteras. Sorprenden las ideas y los colores.
Innovador en cuanto al diseño es también el Nissan Quasar, de David Mariano, un automóvil a caballo entre los karts y un turismo. Pensado para los amantes del mountain bike y del ciclismo en general permite llevar dos bicis a ambos lados sin penalizar tanto la aerodinámica. Su sistema de apertura es vertical, tipo carlinga de avión. Dispone de 2 motores eléctricos.
Oscar Pérez Romero, por su parte, se inspira en la filosofía de diseño nórdico para su Nissan Nordik. Un biplaza urbano de reducidas dimensiones y diseño futurista, construido con materiales sostenibles como la madera. Destaca por su ligereza, la cubierta es de grafeno traslucido, para la carrocería fibra de carbono reforzada con plástico.
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