El habitáculo del coche es clave para acomodar al conductor y mantenerlo en las condiciones climáticas óptimas, ya que es el responsable de las maniobras realizadas sobre el asfalto.
Hay estudios que demuestran que, por encima de los 24ºC, las capacidades de respuesta de una personaempiezan a verse afectadas.
El exceso de calor y el aumento de la temperatura corporal son motivo de la aparición de la sensación de cansancio y de la falta de atención. En concreto, no seríamos capaces de percibir el 3 por ciento de estímulos que nos rodean, en comparación con la conducción con una temperatura adecuada. Cuando se pasa de los 30ºC, la pérdida es del 10 por ciento de la atención y, cuando se llega a 35ºC, los efectos sufridos serían similares a los de circular bajo los efectos del alcohol (tasa de 0,5 g/l sangre). Esto se traduce en un incremento del 22 por ciento del tiempo de reacción, conduciendo fuera de la seguridad y de las condiciones mínimas exigidas por la Ley, salvo por el detalle de que, en este caso, no está perseguido por las autoridades.
¿Qué hacer para luchar contra el calor?
Lo principal es aparcar huyendo de los rayos del Sol, buscando alguna zona de sombra, si es que no tenemos ningún garaje en el que estacionar. Otra solución rápida es colocar un par de parasoles (uno por cada luna), lo que permite que la temperatura del coche se quede hasta 15ºC por debajo de la exterior.
Dejar las ventanillas del automóvil ligeramente abiertas no es una solución cuando vehículo está sufriendo directamente la incidencia del Sol, ya que, a lo sumo, se conseguirá una mejora del clima interior de -2ºC (en comparación con dejarlas totalmente subidas).
Antes de empezar a conducir
Lo primero que debemos hacer es bajar todas las ventanillas del coche. De esta manera, igualaremos la temperatura interior (que suele ser superior) a la exterior. Esta maniobra se puede realizar con el coche arrancado y con el aire acondicionado funcionando, dando tiempo a que el sistema de refrigeración alcance la temperatura requerida. Cuando esto pase, será el momento de cerrar las ventanillas y dirigir las salidas de aire de modo que no proyecten directamente sobre nuestro cuerpo; así evitamos que un cambio de temperatura tan rápido pueda crearnos malestar.
Una vez hecho todo lo anterior, podremos emprender la marcha con una mayor seguridad.