El coche eléctrico, una realidad

La industria del automóvil está iniciando un importante cambio de rumbo: desarrollar y construir vehículos de cero emisiones contaminantes. Los coches eléctricos se perfilan como una de las mejores alternativas y no pienses que son producto de películas de ciencia ficción. ¿Por qué ahora y no antes? ¿Qué diferencias hay entre un vehículo híbrido y uno cien por cien eléctrico? ¿Qué tipo de coches veremos circular por nuestras calles? Autopista.es te da respuesta a estas preguntas.

El coche eléctrico, una realidad
El coche eléctrico, una realidad

¿Habéis visto la película Blade Runner, uno de los iconos del cine de ciencia ficción dirigida por Ridley Scott? Pues bien, este film está basado en la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Phillip K. Dick. Utilizando un paralelilsmo: ¿soñamos los humanos con coches eléctricos? Pues hay quienes sí sueñan, pero que abran los ojos porque los vehículos eléctricos no son fruto ni de la imaginación ni del séptimo arte; están entre nosotros y vendrán muchos más.

La situación actual ha invitado a que los fabricantes de automóviles, muchos gobiernos y los propios consumidores empiecen a apostar por medios de locomoción poco contaminantes o que cumplan con dos palabras muy de moda: cero emisiones. El precio del barril del petróleo por las nubes y los informes negativos de los efectos de la combustión de hidrocarburos sobre la atmósfera suponen dos razones de peso para buscar energías alternativas y más respetuosas con el medio ambiente. A esto hay que añadir leyes cada vez más restrictivas en esta materia y sirva como caso el siguiente: la Comisión Europea podría exigir en 2012 que cada uno de los modelos de los distintos fabricantes no emitan más de 120 g/km de C02 (límite, por cierto, por el que se rige el actual impuesto de matriculación en nuestro país, que entró en vigor el 1 de enero de 2008).

El estudio Momentum de la consultora KPMG muestra el interés creciente de los consumidores hacia coches que utilicen fuentes de energía alternativas; en 2007, 12 puntos más a favor que en 2006.

Los biocarburantes y el hidrógeno son dos de las energías alternativas. A éstas hay que unir los vehículos híbridos y los eléctricos de ‘pura cepa’, es decir, aquéllos que sólo usan un motor eléctrico (o varios) para impulsarse. Este tipo de automóviles parece el predilecto tanto por los fabricantes como por los propios gobiernos. A la cabeza se sitúan los gigantes General Motors y Toyota, con sus nuevos proyectos del Chevrolet Volt y un Prius de nueva generación que podría conectarse a la red eléctrica para recargar sus baterías. Mitsubishi, Opel, Peugeot, Nissan y otras firmas menos conocidas como Tesla, Nice y Lightning Ltd son otras compañías que se unen en la carrera por desarrollar y comercializar coches eléctricos reales.

El origen del coche eléctrico hay que buscarlo incluso antes de la aparición del motor de cuatro tiempos del que Rudolf Diesel y Karl Benz (motor de gasolina) sentaron las bases del automóvil actual. En la década de 1830, un escocés, Robert Anderson, inventó el primer vehículo eléctrico puro.

Los avances se seguían sucediendo. En 1867, durante el transcurso de la Exposición Mundial de París, el astríaco Franz Kravogl presentó un ciclo de dos ruedas movido con motor eléctrico.

El 29 de abril de 1899, un coche eléctrico que respondía al nombre de Jamais Contente y conducido por el piloto belga Camille Jenatzy superaba los 100 km/h de velocidad máxima, estableciendo un increíble registro para la época: 105.88 km/h.

Estos avances se sucedían en Europa. Al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos, diversos inventores como Anthony Electric, Baker, Detroit, Edison y Studebaker intentaban desarrollar vehículos eléctricos. A principios del siglo XX, se comercializaron algunos automóviles eléctricos, pero todos estos vehículos difícilmente superaban los 30 km/h. En 1930, la pequeña industria del automóvil eléctrico sufre un parón considerable. Tuvieron que pasar otros 30 años para que se volvieran a retomar las investigaciones. Fue General Motors cuyos proyectos y trabajos se intensificaron en la década de los 70, justo en plena Crisis del Petróleo. A finales de los 80, GM comienza a trabajar en un proyecto sólido de coche eléctrico, que tendría como resultado final el EV-1, cuya producción comenzó en 1996.

Por tanto, a lo largo de la historia siempre ha habido ingenieros pioneros e inventores que han estado experimentando, pero por unas causas o por otras, sus proyectos no han tenido vigencia por intereses de todo tipo, y sirva como ejemplo el famoso EV-1 de General Motors, un coche que fue ‘asesinado’ por el sistema según el documental Who killed the electric car?

Repasemos la historia más reciente: el coche eléctrico EV-1, cuyas siglas significan vehículo experimental número 1. El aspecto de su carrocería se asemejaba a un coupé de dos plazas, pero eso sí, con un toque mucho más futurista. La mayor parte de su estructura estaba construida con aluminio y materiales reciclables. Contaba con un motor eléctrico con una potencia de 137 CV (100,7 kW) y una batería con la que se podían recorrer unos 200 kilómetros.

Sin embargo, General Motors decidió suspender su comercialización en 2003, después de producir algo más de 1.000 unidades. Muchas de estas razones de esta decisión adoptada por GM se explican en el documental Who killed the electric car? del cineasta Chris Paine, en el que las principales petroleras estadounidenses y los intereses económicos de la industria del automóvil y políticos (la propia Administración Bush no movió ni un dedo para evitar la muerte del EV-1) provocaron la desaparición de este coche eléctrico. La propia interesada en que el EV-1 hubiera seguido comercializándose, GM, no sale muy bien parada en el documental, pues al parecer en esas fechas estaba más preocupada en su recién adquirida marca Hummer, cuyos modelos 4x4 consumían (y consumen) grandes cantidades de combustible.

No obstante, la realidad actual es bien diferente y todo indica a que no volveremos a asistir a ningún otro ‘asesinato’ de un coche eléctrico. Los avances tecnológicos realizados han sido notables. Diversos fabricantes ya están desarrollando baterías de ión-litio con más capacidad (y, por tanto, más autonomía de kilómetros) y con menos tiempo de recarga. Éste es el pilar en el que se están basando los diversos proyectos en vías de investigación. Estas baterías son las mismas que utilizan los teléfonos móviles, de ahí, que diversas marcas de automóviles no hayan dudado en establecer contactos y colaboraciones con firmas como Nokia o Sony Ericcson.

En el caso de España, recientemente el Ministerio de Industria ha planteado como una de sus propuestas de ahorro energético que en España circulen en 2014 un millón de coches eléctricos o híbridos.

Híbridos, el paso intermedio.
Los próximos modelos.