Automoción: más de 50.000 empleos, afectados

Es posible que 52.000 trabajadores del sector del automóvil acaben sin empleo. Tanto la industria como los concesionarios están siendo azotados por la crisis y la mala previsión por parte de los fabricantes no ha hecho más que agravar el problema.

17.000 empleos destruidos desde 2000
17.000 empleos destruidos desde 2000

La crisis que asola el sector de la automoción en nuestro país está afectando a 52.000 trabajadores. El grueso de esta cifra corresponde al área de ventas, en el que peligran 20.000 puestos; seguido de las fábricas, con 18.000 empleos; y el sector de componentes, con un total de 14.000.

Durante los últimos meses, los ERE han crecido exponencialmente y, si en un primer momento, sólo parecían afectar a la industria, era cuestión de tiempo que el descenso de ventas afectase también a los concesionarios.

'La industria del automóvil en España pasa por un momento crítico' aseveran los expertos, según publica El País. Un problema que afecta directamente a la economía de nuestro país, ya que el sector de las cuatro ruedas supone el 8,4 por ciento del PIB.

La situación de los concesionarios no hace más que empeorar y éstos acusan directamente a los fabricantes: ‘Han producido más de lo que necesitaban y los coches están en stock. En el momento que ha fallado la financiación para los clientes, la burbuja ha explotado’, declara Antonio Romero-Haupold, presidente de Faconauto a El País. La cifra estimada por la patronal de concesionarios llega a los 20.000 afectados. Ejemplo de ello es el caso del parque empresarial de Juan Carlos I (Madrid): la mitad de sus empleados, un total de 5.500, podrían acabar en la calle.

El gasto que supone un coche es la segunda gran inversión que realizan las familias, situándose sólo por detrás de la vivienda. La situación económica y la suspensión de la concesión de créditos han frenado de forma alarmante la venta de automóviles.

Esta realidad refleja una caída en picado de las ventas: sólo en el mes de octubre, las matriculaciones descendieron un 40 por ciento, cifra que representa el mayor retroceso desde la época estival. Según Anfac, 2008 cerrará con una bajada superior al 25 por ciento.

El stock de vehículos ha llevado a las fábricas a adoptar medidas desesperadas: disminuir la producción y, por tanto, prescindir de un importante número de trabajadores. En la planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, se ha pasado de 192.000 unidades a 107.828, lo que dejará a 1.680 empleados en la calle. Por su parte, y a pesar del éxito del nuevo Seat Ibiza (el modelo más vendido de su segmento el pasado mes de octubre), se producirán en la fábrica de Matorell 75.000 coches menos: la empresa ha lanzado un ERE a 4.500 operarios. De la misma manera, la planta valenciana de Almussafes de Ford ha descendido la producción en 119.000 coches, por lo que 1.000 trabajadores serán despedidos. La fábrica de Citroën en Vigo va por el mismo camino y 900 eventuales podrían verse sin empleo.

El creciente descontento ante la penosa situación laboral y el temor al derrumbe de una de las piezas fundamentales de nuestra economía ha llevado al Gobierno a participar activamente en el sector. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, ha asegurado que el Ejecutivo está proyectando un plan integral en las plantas para ‘buscar soluciones’.

No obstante, las administraciones autonómicas han decidido pasar a la acción. La Xunta gallega acaba de aprobar ayudas de diez millones de euros para el sector del automóvil. Además, el titular de la Consejería de Trabajo, Ricardo Varela, ha propuesto que los trabajadores afectados por los ERE mantengan íntegro su derecho a la prestación por desempleo: ‘Soy partidario de que los tiempos de baja laboral que tienen por causa los ERE no se computen como paro’, ha explicado Varela.

En Cataluña, la Generalitat también está barajando entrar en el capital de las empresas afectadas por la crisis y, en Castilla y León, están adoptando medidas que aseguren el futuro de las plantas de Nissan, Renault e Iveco.