Francia: los coches con alcoholímetro, en marzo

El Gobierno francés ha aplazado hasta marzo la imposición de sanciones a los conductores que no lleven en el coche un alcoholímetro, ante los problemas de aprovisionamiento en algunas regiones del país y para los automovilistas extranjeros de paso.

Obligatorio llevar un alcoholímetro en Francia
Obligatorio llevar un alcoholímetro en Francia

El delegado interministerial para la seguridad vial, Frédéric Péchenard, señaló que se ha constatado que "un cierto número de automovilistas franceses, pero también de los que vienen del extranjero -para los que también es obligatorio-, tienen dificultades para conseguir alcoholímetros".

En una entrevista publicada hoy por "Le Parisien", Péchenard añadió que además a consecuencia de que algunos conductores han comprado dos de estos dispositivos, se ha incrementado la carencia en varias regiones y se han disparado los precios hasta cuatro euros cuando lo normal es un euro.

Por eso indicó que las multas de once euros a los que no estén equipados no se aplicarán hasta el 1 de marzo de 2013, pues todas esas dificultades desaparecerán a finales de diciembre o comienzos de enero

En cualquier caso, el responsable francés de la seguridad vial defendió la obligatoriedad del alcoholímetro porque "a veces no se sabe si hemos superado el límite y se necesita uno para auto-evaluarse". "Y además -añadió-, tenerlo en el coche tiene un valor pedagógico: hace pensar sistemáticamente en el eslogan de que 'hay que elegir entre beber y conducir'".

Pechenard recordó que en Francia el 30 % de las muertes en carretera se deben al alcohol y que el objetivo europeo para 2020 es la reducción del número de víctimas mortales por ese motivo de las 4.000 anuales en la actualidad, a 2.000.

La regla francesa, en vigor desde el pasado 1 de julio, estipula que hay que llevar un alcoholímetro en uso cuando se circula en Francia en un coche, furgoneta, camión e incluso en moto si ésta tiene a partir de 125 centímetros cúbicos.

No obstante, se había fijado un periodo de adaptación hasta el 1 de noviembre en el que los gendarmes advertían a los conductores que no llevaran antes de imponer las sanciones de once euros, y ese periodo es el que ahora se ha ampliado hasta el 1 de marzo.