¿Cuántos conductores españoles viajarían en un coche autónomo?

El 70% de los conductores estaría dispuesto a viajar en un vehículo sin conductor como parte del éxito de la movilidad, según la encuesta LeasePlan MobilityMonitor.

Autopista. Twitter @Autopista_es

¿Cuántos conductores españoles viajarían en un coche autónomo?
¿Cuántos conductores españoles viajarían en un coche autónomo?

Movilidad. Nuevas fórmulas. Son conceptos ya asentados y habituales en la sociedad del motor. No en vano representan el futuro más cercano del sector y supondrán un acceso más rápido y eficiente al coche cuando se trata de usarlo de manera rutinaria y habitual. Y no sólo eso. Supone la antesala de los vehículos autónomos que están por llegar. Al hilo de ello, LeasePlan ha llevado a cabo un informe que desvela un prometedor porcentaje: el 70% de los conductores estaría dispuesto a viajar en un coche sin conductor.

Las previsiones invitan al optimismo. El crecimiento de la población supone un gran reto para la movilidad a medio y largo plazo y lo cierto es que las estimaciones de la encuesta LeasePlan MobilityMonitor apuntan a que en 2035 habrá 2.000 millones de coches en todo el mundo teniendo en cuenta que actualmente la cifra ronda los 1.200 millones. Así las cosas, el 70% de los conductores estaría dispuesto a viajar en un vehículo sin conductor. Un porcentaje que muestra parte del éxito que están adquiriendo las nuevas fórmulas de movilidad que surgen como alternativas al transporte convencional.

El camino emprendido les dirige ahora a un enfoque más centrado en el conductor para lograr un objetico claro: un mejor uso de los coches. De esta manera, los trayectos diarios sean más rentables tanto para los conductores como para las empresas sin olvidar otros dos aspectos fundamentales: menos congestión del tráfico y disminución de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

Así las cosas, esto conduce hasta otro interesante punto: la movilidad corporativa ya es una tendencia al alza en nuestra sociedad ya que permite al conductor emplear el coche única y exclusivamente cuando lo necesita. Algo que beneficia a todos los actores implicados: las compañías maximizan todos sus vehículos, reducen las emisiones de CO2 y, de paso, echan una mano a los gestores de flota de las empresas.

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