Michael Schumacher tuvo un papel protagonista en el
GP de Singapur, aunque no por los motivos que le hubieran gustado. Y es que un accidente que tuvo en el germano y en
Sergio Pérez a sus protagonistas hizo salir al coche de seguridad en la
vuelta 29, incidente que supuso la primera buena noticia para
Lewis Hamilton en toda la carrera.
La estrategia de
Hamilton había quedado comprometida después de perder un juego de
neumáticos súper blandos tras pinchar la cubierta trasera derecha durante la Q2. Ello implicaba directamente que el británico tendría que montar un juego de
neumáticos blandos, de menor agarre, antes que sus rivales, que todavía disponían de tres juegos de súper blandas.
En la arrancada,
Vettel se situó en cabeza, dejando tras él a
Jenson Button y Fernando Alonso. Las cosas para Hamilton se pusieron peor aún de lo que estaban cuando
Mark Webber le bloqueó en la salida y le hizo perder algunos puestos, cayendo al octavo. Rápidamente se situó sexto, adelantando a los
Mercedes de Schumacher y Nico Rosberg, aunque un toque con el
Ferrari de Felipe Massa en la vuelta 12 dañó su alerón delantero justo después de que ambos se habían detenido en boxes para montar neumáticos nuevos. Una vuelta después,
Hamilton volvía a parar para sustituir el morro, cayendo al puesto 16º. Además, recibiría un drive-through por provocar un incidente en pista, cayendo al puesto 19º.
En cabeza,
Vettel no tenía rivales y poco a poco se destacó hasta alcanzar una ventaja de 11,4 segundos a la altura de la vuelta 16, tras encadenar una
sucesión de vueltas rápidas en carrera que le llevaron a destacarse de
Button, que a su vez se había despegado de
Alonso. El español perdió algo de tiempo detrás del
Force India de Paul di Resta, que rodaba con la opción menos blanda de neumáticos y había dilatado su parada. Cuando recuperó la tercera plaza, en la vuelta 20, Alonso estaba ya más lejos de
Button de lo que el británico lo estaba de
Vettel.
Webber venía tres segundos por detrás, pero pronto se situó como la principal amenaza de
Alonso para alcanzar el podio. Ahí se mantuvo hasta la segunda tanda de paradas en boxes, ocurriendo en la vuelta 29 el incidente que cambió la carrera.
Rosberg le había arrebatado la séptima plaza al
Sauber de Sergio Pérez en la vuelta 28, aunque pisó la zona sucia en la última curva y el mexicano le devolvió la jugada. Pero
Rosberg reaccionó y se tocaron en la entrada al primer viraje, maniobra que provocó que Pérez se fuera largo en esa curva. Ello permitió que
Schumacher se le echara encima, aunque el germano tuvo un error de apreciación y fue a impactar contra la parte trasera del
Sauber. El incidente terminaba con
Schumacher empotrándose contra las protecciones, afortunadamente sin consecuencias para él, pero sí para la ventaja de 20” que disfrutaba
Vettel, que quedaba borrada de un plumazo cuando el coche de seguridad salía a la pista.
Ese acontecimiento provocó una sucesión en cascada de paradas en
boxes, que terminaba dejando el orden en cabeza de la siguiente manera:
Vettel, Button, Alonso, Webber, Di Resta, Rosberg, Adrian Sutil, Pérez y Hamilton, que había remontado hasta el noveno puesto y recibía un aliento inesperado para sus opciones.
Cuando la carrera se reanudó en la
vuelta 34, Vettel había doblado a todos los coches entre él y Jenson Button y disfrutaba de una ventaja de 8,9 segundos sobre el piloto de
McLaren al final de la vuelta. Pero en una maniobra clave, Webber acababa con las opciones matemáticas de Alonso al título adelantándole, mientras por detrás Hamilton hacía lo propio con Pérez, situándose octavo. El piloto de McLaren se desharía luego de
Sutil, Rosberg y Di Resta. Las cosas quedaban, pues, con Vettel en cabeza y con la situación dominada, Button haciendo lo propio en la segunda plaza, con Webber y Alonso detrás y Hamilton en el quinto puesto.
La última tanda de paradas deshizo temporalmente ese orden, dejando a
Hamilton detrás de Di Resta. En la
vuelta 53 el piloto de McLaren volvía a adelantar al de Force India, recuperando el quinto puesto y dejando que Di Resta sumara un sexto puesto que supone el mejor resultado de su corta carrera.
Hamilton y Button protagonizaron un final de carrera brillante, a un alto ritmo, con Button neutralizando toda la ventaja de Vettel hasta que se topaba con los dos
Williams, que peleaban entre sí por posición. Pero ya no habría tiempo para más.
En las
últimas vueltas hubo una intensa pelea por el séptimo puesto, que Rosberg le acababa de arrebatar a Sutil, ya que
Felipe Massa los había alcanzado tras adelantar a Pérez en la última vuelta. Pastor Maldonado batió a su compañero en Williams Rubens Barrichello mientras Buemi también conseguía superar al brasileño en los últimos compases, para alcanzar el 12º puesto. Su compañero en Toro Rosso,
Jaime Alguersuari, tuvo una carrera muy dura, tocándose primero con Kamui Kobayashi y quedando fuera de carrera luego, a raíz de una salida de pista.