Los "mareos" de Vettel han hecho que Charlie Whiting haya querido dar un golpe de autoridad y dejarse de contemplaciones. Obligando a montar el halo a partir del año que viene, impone su autoridad e inicia quizás una nueva forma de gobernar la F1.
La F1 es prácticamente el único deporte en el que los que juegan los "partidos" definen las reglas, que después son aprobadas por la FIA sin que haya prácticamente cambios, y ese es uno de los males que arrastra la competición desde hace mucho tiempo. No se puede permitir que los que jueguen marquen las reglas. No sucede en ningún deporte. Hay un ente que marca las reglas del juego y el que quiere juega, participa o no.
El "buenismo" instalado en la F1 desde ese punto de vista, llevado por intereses comerciales, ha hecho que sea una especialidad de ingenieros, que con una visión bastante alejada de lo que pide el público, han creado algo en muchas ocasiones aburrido y con poca competitividad, una especialidad en la que es imposible que un equipo como Force India, cuarto en la parrilla, gane alguna vez algo.
Se producen cambios en la F1, especialmente en lo que atañe al evento de cara al público. Entrevistas de los pilotos en medio de la recta tras la calificación, más actividades de entretenimiento en las zonas comerciales, acercamiento a las grandes ciudades, como ocurrió en Londres, espectáculos para atraer público, mano más abierta en la difusión de videos e imágenes en movimiento... en definitiva, más aperturismo. Todo eso está bien, pero mientras no se mejore el espectáculo en la pista y se abaraten los precios, no habrá un paso adelante real.
Mejora de espectáculo, abaratamiento de los precios y nuevos motoristas, como Cosworth o Porsche, que entren en la especialidad cuando se defina el nuevo motor, van a ser fundamentales para que a partir de 2021 haya una nueva F1 de verdad. De momento son pequeños cambios que predicen un cambio importante a todos los niveles.
La imposición del halo de forma rápida, quizás sea el primer paso de una nueva forma de gobierno de la F1.
En mi opinión el halo es un error monumental y quita toda la esencia a los monoplazas. Es como si el alpinista se ve obligado a llevar un cojín por si se cae. Hay que recordar que los accidentes a los que se alude para enarbolar el halo, no han sido en la F1. En Indy no se plantean el halo, como no se lo plantean en ninguna otra fórmula. ¿El niño que falleció en el circuito de Fernando Alonso se hubiera salvado de llevar el kart un halo o protección antivuelco? Seguramente que sí, y nadie ha dicho que se vaya a colocar protección alguna en los karts. ¿Es que los niños no hay que protegerlos y a los pilotos de F1 sí? ¿Quizás habría que imponer una estructura similar a los midgets americanos con su jaula de acero? ¿Por qué unos sí y otros no?
Esto es como el muro de Indy. No se oyó a Fernando Alonso pedir más seguridad en su participación en las 500 Millas de Indianápolis. Allí vas a correr si quieres, si no te quedas en casa. El muro está donde está y no se cambia. Y lo mismo hicieron los Fittipaldi, Mansell.. y todos los que llegaron de la F1, ninguno pidió escapatorias ni alzaron la voz, algo que venían haciendo cuando participaban en la F1. A Felipe Massa por ejemplo, no le dejó la familia intentar una aventura en la Indy tras su anuncio de retiro de la F1, como mucho le dejaban participar en la Fórmula E, con su velocidad máxima de 200km/h, por eso se agarró enseguida de nuevo al asiento del Williams, quería sentirse piloto al máximo nivel, algo que después de la F1 no es fácil encontrar.
