Ese color naranja y el motor Renault, unido a la toma absoluta del control del Grupo McLaren por parte del Gobierno de Baréin y de Mansour Ojeh, es como si volviesen a comenzar casi desde cero.
Baréin se podía decir que es el primero de los dos Grandes Premios que McLaren disputará en “casa” esta temporada. Para el equipo de Alonso esta carrera de Baréin, en la que estrenan un nuevo conjunto aerodinámico con cambios en los pontones especialmente, es también prácticamente la primera de la temporada, ya que en Melbourne el coche era una especie de combinación entre fiabilidad y piezas existentes, sin ser el definitivo que debía comenzar la temporada y que es el que tienen aquí.
Fernando Alonso transmitió optimismo en sus declaraciones a la prensa el viernes, y Stoffel Vandoorne se encargó de poner las cosas en su punto por la tarde. El objetivo real este año es ser cuartos en el mundial, algo lógico para un equipo como McLaren, pero también Vandoorne asumió que no va a ser un camino de rosas.
Las diferencias en el grupo perseguidor de los tres líderes capaces hasta ahora de ganar carreras -Ferrari, Mercedes y Red Bull-, son mínimas y las cuatro rectas de Baréin van a poner a cada uno en su sitio, por ello esta carrera se espera con mucha expectación en el seno del equipo de Fernando Alonso. La expectación por saber si lo que traen, ya probado en el ordenador y simulador, funciona correctamente y si todo va bien, hay que poner a prueba la potencia del Renault, metida en esa carcasa de McLaren, que en el invierno de Barcelona era demasiado abrigada, y que aquí ha sufrido muchos cambios desde ese punto de vista.
Tres factores se reúnen en esta carrera, la primera de verdad para saber lo que va a dar de sí el coche. Equilibrio aerodinámico, refrigeración y potencia van a ser puestos a prueba y desde las sesiones libres del viernes se podía saber algo de lo que va a dar de sí el monoplaza naranja.
El factor horario juega a favor de los Renault, que con la carrera medio nocturna van a sufrir menos que si fuese de día, como lo decían los de Red Bull también. Pero para los de McLaren, esta carrera les va a situar exactamente en el punto real dónde se encuentran. Vandoorne así lo reconocía: “Aquí veremos cuál es nuestro potencial real”, y es que en Sakhir se puede adelantar incluso sin DRS, es una pista tradicional en la que será más complicado ocultar carencias al que las tenga, y donde las virtudes de Melbourne sirven de poco. Es una pista más representativa de lo que se espera a lo largo de la temporada y por ello es una carrera sumamente importante.
El conjunto aerodinámico del McLaren tiene que hacer que el coche corra más, que sea más eficaz, que sea el misil que esperan para acercarse a Red Bull, y sobre todo que aporte mejoras dinámicas para que el motor y toda la parte posterior no se sobrecaliente. Cada abertura para extraer aire caliente y para buscar mayor frescura, se traduce en una peor aerodinámica, y la F1, mientras alguien no lo remedie, es en gran parte aerodinámica, por ello los de McLaren están muy expectantes ante lo que depare esta prueba.
Este empezar de nuevo de McLaren pasa también por sus accionistas y propietarios, que han colocado a Fernando Alonso en el centro del cartel de la carrera y quieren ver a “su” coche pelear en lo más alto. No va a ser cosa fácil, pero confían en Alonso y eso se ha puesto de manifiesto en el paddock.
Fernando Alonso es la gran esperanza de la nueva era de McLaren. McLaren arranca una nueva era en Baréin, aunque con un buen bagaje de puntos gracias al buen hacer de Alonso, que logró mantener a raya al Red Bull de Verstappen. Habrá que ver si es capaz de hacer lo mismo en esta pista. En caso afirmativo, el próximo objetivo será el podio, si no, a seguir trabajando para distanciar a los equipos de medio del pelotón, a los que Mercedes va a dotar de más medios mediante la electrónica en sus propulsores en las próximas carreras.