¿Por qué Audi debe llegar a la F1?

Tras dominar los rallyes hace hace décadas, y dominar Le Mans en el arranque de este milenio, Audi busca nuevos retos y ninguno parece más atractivo que romper la hegemonía de su gran rival Mercedes en la F1 a partir de 2017. Busquemos las razones que hacen de esta decisión algo lógico, máxime sumando esfuerzos con Red Bull.

Juan Carlos Payo. Twitter: @payoautopista

¿Por qué Audi debe llegar a la F1?
¿Por qué Audi debe llegar a la F1?

Poco más por demostrar en Le Mans

13 victorias desde el arranque del siglo y sobre todo dos hitos –primera victoria Diesel y de un Híbrido– hacen que a partir de ahora, y más con la victoria de Porsche (cuando anunció su vuelta a Le Mans en 2012 no formaban parte todavía del grupo VW), haya mucho más a perder que a ganar en la más grande prueba de resistencia, pese a que ya trabajan duramente en el coche del año que viene, aunque mirando el reglamento que se instaurará en 2017. Eso sí, su máximo responsable de competición, Wolfgang Ullrich, no duda en afirmar que la cobertura televisiva de la resistencia no es, salvo Le Mans, equiparable a la F1.

Ferdinand Piëch ya no es obstáculo

Es conocida la aversión que Ferdinand Piëch tenía hacía Bernie Ecclestone. Ahora, sin Piëch, le ha faltado tiempo al presidente de Audi, Rupert Stadler –y futuro máximo mandatario de la división que unirá dentro de VW a Audi, Lamborghini y Ducati– para dejarse querer pudiendo recuperarse el espíritu de la velocidad plena que en su momento representaban, en los periodos de preguerra los DKW, Horch y Wanderer, tres de los cuatro anillos.

 

Nadie conoce mejor el híbrido

Hacer ganar el primer híbrido en Le Mans dice mucho del conocimiento del terreno en el que se desenvuelve Audi y que le permitiría desembarcar en la F1 con ventaja ya que es fácil imaginar que aplicar todo el saber del V6 Diesel del R10 e-tron quattro sobre el V6 F1 no debe ser problema, máxime si cuentan con la interpretación del reglamento vía alguien que lo conoce tan bien como Stefano Domenicalli, ex Ferrari, y en tiempos mano derecha de Jean Todt cuando éste avasalló con Ferrari.

Stefano Domenicali

Significativo que Wolfgang Ullrich, preguntado sobre las funciones de Domenicalli responda con un ‘sus atribuciones están claramente definidas pero Audi no las comunica’. Y mientras tanto flirtean y adquieren todavía mayor conocimiento eléctrico con la Fórmula E vía un equipo privado donde corre un tal Di Grassi que también corre para Audi en el mundial de Resistencia. Esto puede ser un complemento o línea de futuro si triunfa el campeonato.

 

Crisis Red Bull-Renault

Fue un matrimonio perfecto que duró los cuatro títulos consecutivos de Red Bull pero ahora Renault no logra dar lo que Red Bull necesita para plantar cara al insultante dominio de Mercedes. El patrón de la escudería de bebida energética, Dieter Mateschitz, incluso amenaza con abandonar la especialidad salvo que… Audi acepte motorizarle en dos años. El acuerdo de suministrador de motores entre Renault y Red Bull y Toro Rosso se acaba a finales de 2016, al igual que el patrocinio de Infiniti en Red Bull. Todo encaja.

Hay que batir al gran rival

Todos conocemos la batalla de producto que viven las tres premium alemanas, Audi, BMW y Mercedes. Y si BMW focaliza de momento más en el DTM con el WEC en el punto de mira, las otras dos tienen programas mundiales abiertos. Mercedes humilla a sus rivales en F1, algo que hace que se dispare su imagen en mercados tan importantes como Asia y Oriente Medio –donde se disputan muchos GP de F1–. La resistencia tiene un rango secundario y hay que buscar nuevos caminos.