Contratar un seguro para el coche es lo segundo que tendrás que hacer tras comprar un coche nuevo o de segunda mano. En el mercado hay cada vez más aseguradoras dispuestas a captar clientes con espectaculares ofertas y descuentos, lo que a corto plazo puede ser muy beneficioso para el conductor. Sin embargo, antes de decidirte por una u otra, presta atención a las condiciones: puede que al final lo barato salga caro, y los bajos precios se transformen en altos a partir del segundo año de vencimiento de la póliza.
1. Define lo que necesitas
Para evitar sustos innecesarios y quebraderos de cabeza, lo mejor es tener claro de antemano lo que necesitas, cuáles son las coberturas imprescindibles y cuánto estás dispuesta a pagar por ello.
A veces una oferta comercial te anima a contratar un seguro que en el segundo año se convierte en una losa difícil de pagar cuando desaparecen los descuentos; o, lo que es peor, cuando te das cuenta que tienes que afrontar dos pólizas que ya no son tan beneficiosas. Para que te hagas una idea, hablamos de las famosas promociones “dos por uno” que luego se transforman en “uno más uno” y parece que en lugar de sumarse los importes se multiplican.
2. Compara aseguradoras
No todas las compañías de seguros tienen los mismos precios, por lo que es fundamental dedicar algo de tiempo en pedir presupuestos. Para esta tarea lo más práctico es utilizar un comparador, tipo Rastreator, Acierto o Balumba.
También puedes optar por hacer simulaciones online en distintas compañías, e incluso llamar por teléfono a cada una, pero al final será más tedioso y puede que te empiecen a achicharrar a llamadas de cada departamento comercial para que contrates con ellos.
3. Asegura lo imprescindible
No cuesta lo mismo un seguro que cubre el equipamiento de serie del coche que el opcional que hayas puesto al comprarlo o a posteriori. En el primer caso, no habrá sobre cargo en el precio de la póliza, mientras que en el segundo pagarás como una campeona por cada accesorio de más. Por ejemplo, las lunas tintadas, un nuevo equipo de sonido, llantas…
Nuestro consejo es que antes de asegurar el coche completo, calcules cuánto supone de más cada accesorio extra que incluyas.
4. Se realista
Ten los pies sobre la tierra: si tu coche es de segunda mano y tiene más de cinco años, el seguro no debe ser a todo riesgo. Piensa que, en caso de siniestro total, te darán menos dinero del que estás pagando por la póliza.
Si quieres estar más tranquila pero sin que tu bolsillo se resienta, contrata una franquicia: así se abaratará la tarifa y tu coche estará bien cubierto.
5. Negocia las condiciones
Tal y como está el mercado, todas las compañías están abiertas a amoldarse lo más posible a las necesidades de cada cliente con tal de no perderlo o fidelizarlo. Si no te convence el precio, las coberturas o las condiciones, habla con ellos: el no ya lo tienes, y el sí puede ser un interesante descuento.