Todo lo que hay que saber para ser propietario de un clásico

Ser propietario de un vehículo histórico requiere algunas condiciones más que serlo de un coche moderno normal y corriente. La legislación española dedica un capítulo especial a regular la posesión y uso de los clásicos, un reglamento que es importante conocer, pues resulta fundamental a la hora de rodar con nuestros 'veteranos'.

Todo lo que hay que saber para ser propietario de un clásico
Todo lo que hay que saber para ser propietario de un clásico

En realidad, no hay demasiadas normas y tampoco son muy difíciles de observar. La fundamental es la que determina que un vehículo clásico es aquel que ha cumplido 25 años desde que se construyó o, de no conocerse esta fecha, desde que se matriculó por primera vez.

A partir de esta premisa básica, el reglamento explica los pasos que deben seguirse para lograr que un coche sea registrado como Vehículo Histórico, especialmente los exámenes técnicos que debe superar.

Una vez que se ha logrado inscribir el coche o motocicleta en el organismo competente de la comunidad autónoma, hay varios requisitos de circulación que explican cómo debe utilizarse un clásico.

El primer apartado a tener en cuenta es el del permiso de circulación, que es especial, porque cuenta con cuatro fotos del vehículo y lleva una franja amarilla que lo distingue de los demás permisos.

La matrícula también requiere atención detallada. Si el coche conserva la original, deberá acompañarla de un distintivo de Vehículo Histórico, una placa especial que identifica a estas unidades tan características. De no conservar su matrícula inicial, se le asignará una histórica. Además, los matriculados después de 1970 deberán llevar placas homologadas.

Debidamente identificados, los vehículos históricos pueden circular sin más restricción que las que marcan los códigos de circulación al uso. Sólo aquellos que no dispongan de sistemas de alumbrado y señalización adecuados a los requisitos legales tienen prohibido moverse cuando no hay luz diurna. Por último, los que no puedan pasar de 40 km/h, deberán circular por el arcén o tan pegados a él como les sea posible.