Con unas temperaturas gélidas, inferiores a -15ºc en algunos puntos del itinerario, los contendientes al triunfo en el rallye tenían claro que la etapa del viernes, pese a contar solo con tres tramos, podía ser claramente una de las más decisivas. Ya se habían usado gran parte de la dotación de 20 neumáticos de nieve con clavos por coche que el reglamento disponía, por lo que era vital administrar los restantes entre esta jornada y la del sábado. En esa, la última y definitiva, se preveía que el tramo del Col du Turini podía estar completamente nevado, por lo que correr allí con gomas sin clavos o con clavos ya muy gastados, podía pasar una factura bien costosa.
De los tres tramos de hoy viernes, el que abría la jornada, St Jean en Royans-La cime du Mas (33,19 km) era el único donde claramente había que montar cubiertas winter con clavos, ya que tenía los cinco primeros kilómetros mojados y el resto completamente cubiertos de una buena capa de nieve compacta y hielo. Además, ese tramo era el único del primer bucle, por lo que la monta no arrojaba dudas. En los otros dos tramos del día, que se disputaban en bucle, venían las dudas. El primero de ellos tenía bastante nieve y en el clásico y temible Sisteron el piso estaba seco, aunque había una placa de nieve compacta como una piedra en la parte más alta, totalmente helada, de nada menos que 5 km (el tramo tiene 36 km). La opción de montar ruedas de seco para Sisteron era la favorita de los especialistas en asfalto, capaces de exprimirlas a tope y luego intentar sobrevivir en la placa. El problema es que en el tramo anterior, St Nazaire le Désert – La Motte Chalançon, había bastante nieve y todo apuntaba a una monta aún más de compromiso. ¿Winter sin clavos? ¿Mezclas de winter sin clavos y slick? ¿Winter con clavos y sin clavos? ¿Winter con clavos y slick? El dilema estaba servido… La vuelta de todo un clásico como Sisteron al itinerario del rallye tras su ausencia desde 2002 se revelaba como un gran acierto por parte del Automóvil Club de Mónaco, al que la carrera le estaba quedando redonda esta vez.
Primer tramo
Calzados con los pocos neumáticos de clavos nuevos que quedaban en su stock, los favoritos se enfrentaron a St Jean en Royans-La Cime du Mas. Y Loeb, pese a verse ligeramente perjudicado por abrir carrera y tener que “barrer” el grueso de la nieve que cubría el asfalto, marcaba el mejor tiempo. El líder de la carrera se tomaba con calma el arranque del día, consciente de que podía permitírselo por la abultada ventaja que tenía en cabeza y esa serenidad era, finalmente, la mejor aliada del número uno de Citroën. Su principal rival, Sébastien Ogier, se lanzaba como en días precedentes con su VW Polo WRC a sorprender “fríos” a sus rivales y casi lo consigue, aunque un trompo le hizo perder algo de tiempo y finalmente su crono fue el segundo más rápido, a 1,5 segundos de Loeb. Dani Sordo también se marcaba un trompo y perdía entre 15” y 20” en el lance, aunque afortunadamente conseguía mantenerse por delante de Novikov, que firmaba el cuarto mejor crono de la especial, a 9,4 segundos del scratch. Mads Ostberg era el tercero más rápido en este tramo con su Fiesta, a base de forzar bastante la máquina en la parte limpia inicial, donde tal vez conservó menos los clavos que sus rivales, y Latvala era quinto con el segundo Polo WRC oficial, por delante de Hanninen, de un Mikko Hirvonen cada vez más apagado y de Dani Sordo.
Esto es lo que nos contaba el piloto español de Citroën en la asistencia de Valence en el ecuador de la jornada:
La asistencia de mitad de etapa se desarrolló cargada de intriga. De los dos tramos de la tarde, en el primero había bastantes placas de hielo, zonas húmedas, y porciones nevadas, y en el segundo, Sisteron, el piso estaba seco en su mayor parte, salvo el ya comentado parche de nieve de la parte más alta. En ese contexto, tanto en Citroën como en Volkswagen decidían montar ruedas de clavos para el primero, reservando dos slick para el segundo, combinadas con dos de clavos. En Ford, por el contrario, optaban por cuatro cubiertas de clavos para el primer tramo y dos winter sin clavos para utilizar en el segundo, temiendo que con slicks se les pudiera “atragantar” la parte helada.
Segundo tramo
Cuando todo el mundo esperaba que los pilotos de Citroën y los de Volkswagen marcaran la pauta en St Nazaire le Désert – La Motte Chalançon, eran los dos Fiesta de Ostberg y Novikov los que se situaban en cabeza. Un retoque a los reglajes de sus coches obró maravillas y, unido a una buena dosis de riesgo por parte del noruego y el ruso, terminó ubicando a ambos en lo alto de la tabla. Hirvonen, inusualmente inspirado, se colocaba inmediatamente tras ellos y ni Ogier, ni Loeb ni Latvala, cuarto, quinto y sexto, parecían querer tomar excesivos riesgos. Por su parte, Dani Sordo perdía bastante en un nuevo trompo, que se marcaba al acelerar sobre una placa de hielo saliendo de un viraje. Se dejaba 16” con Novikov en el lance y era adelantado por el ruso, que ahora pasaba al tercer puesto por 8,6 segundos.
Tercer tramo
Con su coche calzado con slicks y winter claveteadas en diagonal, Loeb daba un golpe de autoridad en Sisteron, donde batía a los dos Volkswagen de Latvala y Ogier, en ese orden, por 8,7 y 12,1 segundos, respectivamente. Ogier intentaba forzar un poco la máquina, con el resultado de que un exceso de ímpetu le llevaba a efectuar un trompo y dejarse un buen puñado de segundos en el intento. Sordo firmaba la cuarta mejor marca en esta especial, seguido por Novikov, al que batía por 6,9 segundos, después de que el ruso se defendiera como un auténtico jabato con dos ruedas de clavos y dos winter sin clavos en un tramo que estaba bastante seco. El resultado de ello es que Sordo cedía un puesto al final de la jornada, viéndose desplazado por Novikov por 1,7 segundos, lo que dejaba las espadas en todo lo alto de cara a la decisiva última jornada, la de la mítica noche del Turini. Por su parte, Hirvonen encajaba un duro castigo, 47” segundos, lo que le hacía perder el quinto puesto a manos de Latvala.
Así resumía Sordo lo acontecido en los tres tramos de la intensa tercera jornada del Rallye de Montecarlo 2013:
La última etapa del rallye arranca inusualmente tarde mañana sábado, ya que está previsto que se completen la tradicional pasada nocturna al tramo del Col del Turini, denominado oficialmente Moulinet-La Bollene Vesubie. En total serán cinco las especiales a disputarse, con tres pasadas a ese tramo. Hacia las once de la noche se conocerá la identidad del ganador del Rallye de Montecarlo 2013.