Aunque las condiciones habían sido de pocas precipitaciones en los días previos a la carrera, algunas nevadas aisladas en la madrugada de este jueves dejaron algunos parches de nieve, sobre todo en el primer y tercer tramos. Por si fuera poco, las lluvias repartidas por todo el itinerario durante la noche, unidas a las bajas temperaturas, hicieron solidificarse abundantes placas del muy conocido “hielo negro” que tantas desventuras ha causado en la historia de este rallye. Ello hizo que hubiera quien arriesgara optando por neumáticos de seco y quien se guardara el as en la manga de llevarse seis ruedas de la asistencia, cuatro de seco y dos de nieve, para jugar con las combinaciones…
Las condiciones cambiaron, además, entre el paso de los ouvrieurs y el arranque de la carrera, aumentando el hielo en algunos sitios, lo que convirtió al primer tramo (Orpierre-St André de Rosans) en una verdadera pesadilla para la mayoría de los pilotos, que eligieron salir con cuatro cubiertas Michelin Pilot Sport SS2 (super blandas) a disputarlo. Fue el caso de Sébastien Ogier, que ya en la primera curva se salía sobre la nieve y golpeaba contra un pretil. Consiguió recuperarse conforme avanzaban los 25,49 km de al especial, pero veía impotente como Robert Kubica le vapuleaba, endosándole 19.1 segundos. El polaco ponía el rallye patas arriba en su estreno con el Ford Fiesta WRC aprovechando que salía mucho más atrás en el orden (Ogier abría y él partía 10º) y se encontraba las partes nevadas mucho más “barridas”, mientras que Ogier debía pisar con su Polo WRC sobre la nieve apenas removida por los coches de la caravana de seguridad.
En esas condiciones, Bryan Bouffier firmaba el también sorprendente segundo mejor crono, deslumbrando a todos el registro de Sébastien Chardonnet, que se aupaba con su Citroën DS3 R3 de dos ruedas motrices al cuarto mejor tiempo absoluto, convirtiéndose en el mejor piloto de su marca, ya que los oficiales Mads Ostberg y Kris Meeke, eran 5º y 6º, en un arranque también esperanzador. Dani Sordo salía como podía de esa infernal especial, dejándose 56 segundos, mientras que su compañero en Hyundai, Thierry Neuville, fallaba estrepitosamente en su debut con su nuevo equipo y, incapaz de juzgar lo peligroso que estaba el tramo, se salía de la carretera hacia el km 10, debiendo abandonar definitivamente, ya que en Montecarlo el reglamento no posibilita reincorporarse en jornadas sucesivas.
Mikko Hirvonen y Jari-Matti Latvala se tomaban con prudencia el arranque, sobre todo este último, que decidía pasar sin riesgos por la especial que el año pasado le costaba una salida de pista. Hirvonen cedía 53 segundos y Latvala 1:13.8.
La segunda especial, Rosans-Ste Marie-La Charce 1 (17.98 km) estaba en un estado mucho mejor, sin apenas nieve, pero con placas de hielo algo más previsibles. Y allí de nuevo era Kubica quien marcaba la pauta, con Latvala esta vez mucho más en forma, a 4.6 segundos del crono del polaco. Meeke firmaba el tercer mejor registro, con el primer Citroën oficial, mientras que Sordo se situaba a solo 3.7 segundos del británico en un arranque de carrera que estaba dando muy buenas vibraciones, para tratarse del estreno de su Hyundai i20 WRC. Ogier, de nuevo quejándose de las desventajas de abrir carrera, era esta vez quinto, a 1 segundo de Sordo y 1.2 por delante del otro Citroën oficial, Mads Ostberg, que se marcaba dos trompos y declaraba haber cedido “unos 15 ó 20 segundos”.
Con Kubica destacado en cabeza, con 36.8 segundos de Ogier, los pilotos debían afrontar la tercera especial, Montauban sur l’Ouveze-Laborel 1 (19.34 km), donde casi toda la segunda mitad estaba completamente llena de nieve. Ahí, tanto Bryan Bouffier (Ford), como los dos Citroën (Meeke y Ostberg), Dani Sordo (Hyundai) y Evans (Ford), colocaban en una diagonal dos cubiertas Michelin Alpin 4 (para nieve) y en la otra dos Pilot Sport SS2 (seco extrablanda) y asestaban un golpe de teatro muy importante a la carrera, con una capacidad de tracción sobre la nieve tremendamente superior a la de los coches calzados únicamente con la Pilot Sport SS2. Bouffier se beneficiaba por partir el más retrasado de todos en el orden de salida y, por tanto, por encontrarse la nieve más barrida que sus rivales, firmando un crono medio segundo mejor que el de Evans. Con Sordo tercero, a 8.0 de Bouffier y Meeke cuarto, 8.1 más lento que el español, la carrera daba un vuelco. Kubica, líder provisional, se dejaba 1:24.3, cediendo el liderato a Bouffier. Meeke y Sordo también le adelantaban, por lo que el polaco caía al cuarto puesto provisional, consiguiendo que no le pasara también Evans por solo 4.2 segundos. Peor les iba a los Volkswagen oficiales, ya que Ogier cedía nada menos que 1:24.4, cayendo al séptimo puesto ( 1:19.4 del líder) y Latvala se dejaba la friolera de 2:27.6, cayendo a la 11ª plaza de la general.
Aún queda por disputarse una segunda vuelta por los tres tramos de la mañana, que se podrán en marcha a partir de las 13:32, hora de la España peninsular.
Clasificación provisional después de 3 tramos:
1º B. Bouffier-X. Panseri (Ford Fiesta WRC), 45:44.2
2º K. Meeke-P. Nagle (Citroën DS3 WRC), 13.6
3º D. Sordo-M. Martí (Hyundai i20 WRC), 41.5
4º R. Kubica-M. Szczepaniak (Ford Fiesta WRC), 42.5
5º E. Evans-D. Barritt (Ford Fiesta WRC), 46.7