Con Volkswagen con todo listo para celebrar por anticipado su segundo Mundial de Constructores y Sébastien Ogier y Jari-Matti Latvala dispuestos a no dejar más que las migajas para el resto de competidores arrancaba el Rallye de Alemania el viernes. Después de cinco tramos, Ogier tenía al finlandés a 5.5 segundos; el que más se acecaba a ellos era Kris Meeke (Citroën), aunque su desventaja superaba ya el medio minuto. La teoría estaba cumpliéndose. Pero en los rallyes, la única teoría que rige es la que refleja la clasificación cuando termina el último tramo...
Y lo que reflejaba, pocos se hubieran aventurado a pronosticarlo en la soleada mañana de aquel ya lejano viernes. Porque lo cierto es que la imagen de Thierry Neuville y Dani Sordo en los dos escalones más altos del podio, como el año pasado pero en orden inverso, invitaba a frotarse los ojos para comprobar que no estábamos soñando. Ogier había quedado fuera de carrera el sábado, sí, pero de ahí a pensar que Jari-Matti Latvala, que contaba con casi un minuto de ventaja, también doblaría la rodilla… El finlandés cayó en una de las numerosísimas trampas que aguardaban a los supervivientes del rallye esta mañana en Dhrontal-1 (18.03 km). Súbitamente, los sueños de remontada en el Mundial de Pilotos, los de primera victoria mundialista en asfalto, los de título de Constructores para VW... quedaban embarrancados entre los surcos del viñedo donde el Polo WRC número 2 aterrizaba tras salirse de la carretera en el km 9.
La carrera cobraba súbitamente una emoción inusitada. Thierry Neuville cedía 4.1 segundos con Kris Meeke en ese truculento escenario, pero los 8.4 segundos que separaban al piloto de Hyundai del de Citroën en ese momento, para nada invitaban a pensar en un final de rallye tranquilo. Y menos, con la cantidad de trampas que también aguardaban en el segundo de los dos tramos del bucle. Dani Sordo firmaba el cuarto mejor tiempo, levantando ostensiblemente el pie al ver que el piloto que le seguía en la general, Andreas Mikkelsen (VW), rodaba más lento que él.
Y en Grafschaft-1 (19.27 km), la segunda especial del día, para no terminar con los sobresaltos, volvía a producirse un nuevo vuelco en la carrera. Estaba visto que no iba a ser el rallye más propicio para los líderes, porque el tercero consecutivo, Kris Meeke, arrancaba la rueda trasera de su Citroën DS3 WRC en el km 1.7 de la especial. Thierry Neuville recibía las noticias por la radio de su equipo en pleno tramo y completaba la especial a un ritmo seguro, aunque el suficiente para adjudicarse una nueva victoria parcial, esta vez 7.1 segundos delante de un brillante Elfyn Evans, que en el tramo anterior ya había firmado el tercer mejor tiempo con su Ford Fiesta WRC en un contexto de fuerte pelea delante de él. Mads Ostberg y Dani Sordo completaban el cuarteto de cabeza, con el español ya rodando a un ritmo cien por cien conservador para asegurar una segunda plaza que, a tenor de lo visto en todo el rallye, valía su peso en oro.
Con Neuville en cabeza y Sordo a 35.7 segundos, todo apuntaba a que ya no habría más sorpresas, toda vez que Andreas Mikkelsen estaba ya a 20 segundos del español y no parecía lógico pensar que el noruego se fuera a jugar nada con el único VW superviviente en carrera. Eso sí, su puesto en el podio para nada estaba asegurado ante el empuje de Elfyn Evans, que estaba 8.5 segundos, después de recortarle 12.6 en las primeras pasadas a los tramos que tenían que disputarse…
Y, efectivamente, no hubo más sorpresas. Thierry Neuville completó las dos especiales que quedaban sin grandes apuros, firmando una trabajada y merecida victoria en Alemania por 40.7 segundos sobre un también solido Dani Sordo. Al español le faltó, sin duda, una mejor posición de salida el viernes, ya que su 14º puesto en el orden le hizo perder mucho tiempo en el barrizal que se formó, y probablamente también algo de ritmo por las pocas carreras que está haciendo este año. Pero tuvo el mérito de estar siempre delante y darle a Hyundai el mejor resultado con el que podían soñar. Andreas Mikkelsen (VW), completaba el podio con el único Polo WRC superviviente, terminando a 58.0 segundos del ganador.
El Campeonato del Mundo de Rallyes se prepara ahora para el salto más largo de la temporada, ya que el siguiente asalto tendrá lugar en Australia entre el 11 y el 14 de septiembre.
Clasificación final:
1º T. Neuville-N. Gilsoul (Hyundai i20 WRC), 3:07:20.2
2º D. Sordo-M. Martí (Hyundai i20 WRC), 40.7
3º A. Mikkelsen-O. Floene (Volkswagen Polo WRC), 58.0
4º E. Evans-D. Barritt (Ford Fiesta WRC), 1:03.6
5º M. Hirvonen-J. Lehtinen (Ford Fiesta WRC), 1:10.5