Jari-Matti Latvala, Sébastien Ogier y Andreas Mikkelsen configuraron, por ese orden, un triplete en el tramo de pruebas de esta mañana cargado de simbolismo. En Volkswagen cruzan los dedos, no ya por un resultado así el domingo por la tarde, sino por lograr evitar el bochorno de su derrota del año pasado y también por sentenciar, al menos, el título de Constructores en la carrera de su país.
Latvala emite sensaciones de gran solidez. Su capacidad para rodar al ritmo de los mejores sobre asfalto está ya más que demostrada y a Alemania, en el retorno a la escena de la superficie pavimentada, tras seis carreras de tierra seguidas, llega pletórico tras la solvencia mostrada en Finlandia. Doblegar a todo un Sébastien Ogier aquí no será, desde luego, una tarea menor. Primero, porque ya no caben más epítetos para calificar su capacidad de rodar en todo terreno y circunstancia, tanto tiempo tan cerca de la perfección; y segundo, porque su ventaja al frente de la tabla de pilotos (44 puntos sobre Latvala) le concede la licencia de uno o varios puntos más de riesgo que su rival, al que solo un hilo de vida agarra ya al sueño de coronarse campeón de una vez por todas. Tras el fiasco de aquí en 2013, Ogier solo piensa en la revancha y en levantar su primer trofeo de ganador después de su reciente boda con la presentadora alemana de TV Andrea Kaiser.
Las cuentas son fáciles y si los pilotos de Citroën no suman cuatro puntos más que los de Volkswagen aquí, primer título camino a Hannover. Más aún, si Mads Ostberg no consigue sumar diez puntos más que Sébastien Ogier en Alemania, al trofeo de Pilotos también pueden ir poniéndole la plaza y la dirección de Volkswagen: faltaría saber el nombre del campeón, ya que tan solo el francés, Latvala y Mikkelsen optarían a ganarlo.
La competencia aparentemente mejor pertrechada a los pilotos del equipo alemán la capitanea aquí Kris Meeke, que parte con la no precisamente pequeña misión de mantener el listón de Citroën donde los franceses lo dejaron en las once ocasiones anteriores en que disputaron esta carrera: en lo más alto del podio. Al irlandés, pese a que no ha corrido aquí desde 2008, el asfalto siempre se le ha dado bien y tiene en sus manos el coche con el que Dani Sordo consiguió amargarles la fiesta a los VW el año pasado. En el tramo de pruebas de hoy ha marcado tiempos muy cercanos a los coches germanos y de sus palabras se deduce que tiene la suficiente confianza en sí mismo y su equipo como para pelear con todas las consecuencias por lo máximo. Rapidez ha demostrado sobradamente que tiene; ahora conviene que repita más frecuentemente la regularidad en lo alto de las listas de tiempos que mostró en el último combate, Finlandia…
En el caso de Dani Sordo, el piloto español retorna a su elemento favorito, el asfalto, aunque esta vez seguramente consciente de que costará algo más rodar al ritmo de los de delante. Armado con un Hyundai i20 WRC, Sordo sigue siendo un piloto muy respetable y respetado sobre asfalto, pero lo lógico sería pensar que, en una fase tan inicial de la evolución del coche, si la carrera se plantea predecible y con climatología estable, sufrirá algo para poner en aprietos a los de delante, sobre todo en la primera etapa, donde saldrá bastante atrás en el orden y se encontrará la carretera bastante sucia en algunos sitios. Si, como parecen apuntar las previsiones, las nubes descargan el sábado y la carrera entra en una fase tan imprevisible como el año pasado, las cosas podrían ponérsele de cara al español, todo un maestro a la hora de sacar “petróleo” cuando la cosa se pone fea para todos…
De momento, el piloto español va ganando la batalla psicológica al que fue su más encarnizado rival hasta el último tramo en este rallye el año pasado, Thierry Neuville. El que actualmente es su compañero en Hyundai, y teórico jefe de filas, protagonizó el susto del día, al despeñarse en una izquierda muy rápida en el shakedown, precipitándose por la ladera de un viñedo y dañando bastante su i20 WRC tras seis vueltas de campana. Afortunadamente, la carrocería del coche coreano no sufrió daños estructurales letales y, tras ser inspeccionado su arco de seguridad por Jérôme Touquet, el delegado técnico de la FIA, será autorizado a correr, previa laboriosa reparación por parte del equipo. Tal vez ver a Sordo marcando un tiempo idéntico al suyo en la segunda pasada por el shakedown, después de que el español llevara meses sin correr (y más en asfalto), no le hizo ningún bien al sosiego del belga…
Por lo demás, habrá que estar atentos a lo que pueda dar de sí la actuación de Robert Kubica y su Ford Fiesta WRC sobre un terreno donde, teóricamente, debería encontrarse más a gusto que en la tierra. El polaco se ha apresurado a bajar varios puntos el optimismo de muchos de los que habían pronosticado que aquí podría estar peleando, incluso por ganar. Las limitaciones físicas de su brazo derecho aún son grandes y, en un terreno donde se utiliza frecuentemente el freno de mano para girar en coche en las zonas más intrincadas, sobre todo de los tramos de las viñas del viernes, seguramente sufrirá más de lo que le gustaría. Eso sí, el ex piloto de F1 tendrá una buena oportunidad para echarles carreras a sus compañeros de marca Mikko Hirvonen y Elfyn Evans, ambos claramente fuera de su terreno predilecto.
En esta ocasión, además de Sordo la representación española la integran Xevi Pons, Yeray Lemes y Nil Solans. Pons correrá su primera carrera mundialista con su nueva montura, el Ford Fiesta R5 del equipo ACSM, con el que podrá medirse con los tenores de la categoría WRC2, con los que piensa batirse en 2015. Nasser Al-Attiyah marcó el mejor tiempo de la categoría en el shakedown esta mañana, donde el español fue décimo. Por su parte, Yeray Lemes llega a Alemania con opciones ciertamente remotas en el Trofeo Drive DMack Fiesta. El plan del canario es salir al ataque desde el primer tramo (cada victoria parcial da un punto) y acumular el mayor número posible de scratchs. Ello, sumado a una hipotética victoria el domingo le daría aire en un certamen donde el estonio Sander Parn está más que destacado y donde causa baja José Antonio Suárez, ya sin opciones al título. Nil Solans, también participante de esta monomarca, parte con la misión de seguir acumulando experiencia con su Fiesta R2 y, de paso, demostrar que pese a que se le suele encasillar más como piloto de tierra que de asfalto, se encuentra tan a gusto o más disputando carreras sobre superficies alquitranadas.
El esquema del rallye se repite con relación a los últimos años, con los tramos de los viñedos del valle del Mosel el viernes, los del campo de maniobras de tanques militares Baumholder el sábado y los de las carreteras más convencionales del domingo. A las 20:30 de hoy arranca la ceremonia de salida, y a las 8:38 de mañana viernes se disputa el primero de los 18 tramos de que consta la carrera y de los que saldrá el ganador poco después del mediodía del domingo.
El programa
Viernes 22 agosto
08.00: Salida del Rallye. Asistencia Trier
08.38: TC1 – Sauertal 1 (14.14 km)
09.56: TC2 – Waxweiler 1 (16.40 km)
11.19: TC3 – Moselland 1 (21.02 km)
12.34: Reagrupaminto y Asistencia A (30 min)
14.42: TC4 – Sauertal 2 (14.14 km)
16.00: TC5 – Waxweiler 2 (16.40 km)
17.23: TC6 – Moselland 1 (21.02 km)
18.38: Parque cerrado y Asistencia B (45 min)
Sábado 23 agosto
06.30: Salida del Parque Cerrado
06.40: Asistencia C (15 min)
07.38: TC7 – Stein & Wein 1 (17.53 km)
08.38: TC8 – Peterberg 1 (11.08 km)
09.51: TC9 – Arena Panzerplatte 1 (3.03 km)
10.06: TC10 – Panzerplatte Lang 1 (42.51 km)
13.15: Asistencia D (30 min)
14.31: TC11 – Stein & Wein 2 (17.53 km)
15.31: TC12 – Peterberg 2 (11.08 km)
16.44: TC13 – Arena Panzerplatte 2 (3.03 km)
16.59: TC14 – Panzerplatte Lang 2 (42.51 km)
19.29: Parque cerrado y Asistencia E (45 min)
Domingo 24 agosto
06.15: Salida del Parque Cerrado
06.20: Asistencia F (15 min)
07.28: TC15 – Dhrontal 1 (18.03 km)
08.04: TC16 – Grafschaft 1 (19.27 km)
09.19: Asistencia G (30 min)
10.55: TC17 – Dhrontal 2 (18.03 km)
12.08: TC18 – Grafschaft 2 (19.27 km)
13.23: Asistencia H (10 min)
14.30: Podio