F1: La carrera de Alonso en Malasia

El segundo Gran Premio del año fue un caos para todos del que Fernando Alonso no pudo sacar partido al encontrarse fuera de los puntos cuando la carrera fue suspendida por la torrencial lluvia que dejó impracticable el circuito de Sepang. El R29 ha de mejorar si Alonso quiere aspirar a cosas importantes este año.

F1: La carrera de Alonso en Malasia
F1: La carrera de Alonso en Malasia

Tras la loca carrera inaugural en Australia, donde Alonso fue finalmente quinto tras el lío entre Hamilton y Trulli tras el que fue sancionado el actual campeón del mundo, Alonso y su R29 llegaban a Malasia para comprobar el verdadero nivel del monoplaza de Renault. Ya lo había declarado el piloto español antes de llegar a Sepang, y es que el trazado malayo es el que puede determinar cuales son las virtudes y los defectos de cada coche. Y en el caso del R29, se vieron más defectos que virtudes. Fernando sufrió para pasar a la Q3, donde ni siquiera intentó marcar un buen tiempo, quedándose décimo. Sin embargo, partiría desde la novena posición tras la sanción a Vettel por su toque con Kubica en Australia.En la salida vimos lo que puede dar de sí el KERS, eso sí, mientras no lo monten todos los equipos. Tras salir noveno, Alonso llegó situado en cuarta posición a la primera frenada, ganando una plaza más antes de que el pelotón se estabilizase. Sin embargo, con un coche cargadísimo de combustible fue perdiendo poco a poco posiciones. Los Brawn de Button y Barrichello le pasaron como aviones, mientras que Kimi Raikkonen tuvo que esperar hasta que Fernando cometiese un pequeño error para pasarle. La estrategia debería ir dando sus frutos según sus rivales, más ligeros, fuesen parando a repostar.Pero cuando esto sucedió, apareció la lluvia. Comenzar en Malasia a las cinco de la tarde prácticamente aseguraba un buen chaparrón, y así sucedió. La lluvia cogió a Alonso casi al comienzo de una vuelta, con lo que tuvo que recorrer el circuito mojado con slicks, acabando fuera de la pista. Ahí perdió varias posiciones, pero al menos pudo volver a boxes. Ahí, los mecánicos de Renault le montaron neumáticos de lluvia extrema, ya que lo normal allí es que llueva de forma torrencial. Sin embargo, el domingo no fue así, y comenzó a llover poco a poco. Desde el muro determinaron unas vueltas más tarde que lo mejor era parar de nuevo y poner los intermedios, viendo que Glock, con ellos, rodaba hasta diez segundos más rápido que el resto. Y siguiendo la ley de Murphy, una vez que Alonso montó los intermedios, cayó la mundial, como en los días anteriores. Una vez más a boxes a por los neumáticos de lluva extrema. En descargo de los responsables de Renault, hay que decir que pocos acertaron con la estrategia (Button, ganador al final, paró cuatro veces) como consecuencia del caprichoso clima malayo, que hizo parecer a la gente del muro de boxes un club de la comedia más que equipos de carreras. El fuerte chaparrón obligó a parar la carrera, que fue suspendida definitivamente por la falta de luz, con Fernando Alonso fuera de los puntos y esperando mejor suerte en Shangai.