El último recurso para el embrague

Cuando el embrague llega a su fin, es frecuente que comience a patinar en terrenos difíciles, como una duna. Para evitarlo y –sólo transitoriamente- recuperar este elemento, podemos introducir en su carcasa (a través de la mirilla de la puesta a punto o de la ranura de la palanca tensora del embrague) un poco de arena. Esta “reparación", evidentemente, sólo debe aplicarse en situaciones extremas.