Sobre la plataforma MQB, el Grupo Volkswagen es capaz de presentar tres SUV compactos muy distintos, desde el deportivo y pequeño Seat Ateca al grandísimo y familiar Skoda Kodiaq, con un Volkswagen Tiguan entre medias que pretende representar el puro equilibrio. Los enfrentamos en esta ocasión con la misma configuración: el motor 2,0 litros Diesel TDI de 150 CV y tracción total.
Seat Ateca, VW Tiguan y Skoda Kodiaq: tres SUV de calidad
Basta un ligero vistazo al interior de cada uno de ellos para percibir rápidamente que son coches que aportan un plus de calidad, tanto por ajustes como por materiales, si bien en cuanto a diseño el Skoda Kodiaq y el VW Tiguan se sitúan ligeramente por delante del Seat Ateca.
PRESTACIONES | Volkswagen Tiguan 2.0 TDI-150 DSG7 4Motion Sport | Seat Ateca 2.0 TDI-150 4Drive Style Premium | Skoda Kodiaq 2.0 TDI-150 DSG 4x4 Style |
Acel. 0-100 km/h | 10,5 s | 9,0 s | 10,8 s |
Acel. 0-1000 metros | 32,1 s | 31,0 s | 32,6 s |
Sonoridad 100 km/h | 64,6 dBA | 65,9 dBA | 63,8 dBA |
Sonoridad 120 km/h | 69,1 dBA | 70,1 dBA | 67,9 dBA |
Frenada desde 120 km/h | 56,0 m | 53,5 m | 51,3 m |
Peso en báscula | 1.760 kg | 1.565 kg | 1.897 kg |
Un análisis más detallado aporta una grata sorpresa, con mayor cantidad de plástico mullido en el Skoda Kodiaq. Sí, puede que el VW Tiguan, a la vista, tenga tan buen aspecto, pero muchos de sus recubrimientos son de plástico duro. Trata de justificar su superior precio con unos fantásticos reposacabezas regulables longitudinalmente, elementos como la instrumentación digital —bonita y personalizable, pero que sigue sin parecernos ningún avance destacable frente a una tradicional de relojes más un buen ordenador de a bordo— y mayor equipamiento de seguridad, que no funcional, donde el Skoda nuevamente gana la partida. Aquí, el Seat Ateca juega en desventaja, pues la unidad analizada no es la tope de gama, si bien su precio, igualando lo máximo posible los equipamientos, rebaja la factura del Skoda Kodiaq en unos 3.000 euros y la del VW Tiguan en 7.000 —a los que habría que restar los aproximadamente 2.000 euros del cambio DSG—. No obstante, es una diferencia que puede ser difícil de enjugar.
Por ergonomía, encontramos posiciones de conducción muy bien resueltas, mandos bien posicionados y con buen tacto, excelentes asientos… pero en el Tiguan sorprende la posición del volante inclinada hacia delante, sin resultar tampoco incómodo, algo que acentúa una instrumentación emplazada muy vertical, suponemos que para evitar molestos reflejos de su pantalla digital de 12,3”.
CONSUMOS | Volkswagen Tiguan 2.0 TDI-150 DSG7 4Motion Sport | Seat Ateca 2.0 TDI-150 4Drive Style Premium | Skoda Kodiaq 2.0 TDI-150 DSG 4x4 Style |
Consumo en ciudad | 6,8 l/100 km | 6,0 l/100 km | 7,0 l/100 km/td> |
Consumo en carretera | 5,9 l/100 km | 5,7 l/100 km | 6,2 l/100 km |
Consumo medio | 6,4 l/100 km | 5,9 l/100 km | 6,6 l/100 km |
Seat Ateca, VW Tiguan y Skoda Kodiaq: espacio interior
Con dimensiones de carrocerías tan dispares como hemos visto, sería fácil aventurar que el Skoda Kodiaq es el más amplio por dentro, seguido del VW Tiguan y con el Seat Ateca como el de orientación menos familiar. Algo que no es cierto. Y es que el modelo español sorprende con unas plazas traseras realmente amplias; con mayor distancia para las piernas y altura que en sus rivales. Es cierto que no tiene la misma flexibilidad que ellos, con una banqueta fija, por los 18 cm de longitud en los que podemos desplazar longitudinalmente las de Tiguan y Kodiaq para decidir si dar mayor espacio al pasaje o a la carga. Pero atrás en los tres se viaja con confort y holgura. Lógicamente, con 34 cm menos de longitud, en algún punto tiene que ser peor. Y éste es en el apartado de maletero, con 105 litros menos que el Tiguan y 90 que el Skoda si en estos llevamos la banqueta a su posición más retrasada que nos da el menor volumen posible. Aquí es donde Skoda Kodiaq gana la partida por goleada, no sólo porque su maletero pueda llegar hasta unos impresionantes 730 litros, aunque en este caso con muy poco espacio para las piernas de los ocupantes de las plazas traseras, sino por su versatilidad. Con dos plazas adicionales bajo el piso del maletero y las prácticas soluciones Simply Clever con redes, receptáculos para dejar distintos objetos —con uno específico para la cortinilla cubrequipajes— e incluso una rueda de repuesto de emergencia que en su interior da cabida a un subwoofer. Todo practicidad. Las plazas de la tercera línea sólo son recomendables, por tamaño, para niños, pero también por su acceso, que requiere bastante agilidad. Un punto a revisar es que los asientos de la 2ª línea no guardan la posición al desplazarse la banqueta y abatirse el respaldo para el acceso a esta tercera fila. La longitud extra del Kodiaq, con unas puertas traseras más amplias, también facilita más el acceso al coche, aunque tanto en Tiguan como en Ateca éste es muy bueno, siendo cómodo aposentar a los niños en sus sillitas infantiles.
Seat Ateca, VW Tiguan y Skoda Kodiaq: su motor
Nuestros tres protagonistas comparten el propulsor 2.0 TDI de 150 CV con sistema de depuración de gases SCR (catalizador de NOx) con AdBlue para cumplir la normativa de emisiones Euro 6. Un motor que ahora se siente más refinado, suave y progresivo, pero que ha perdido gran parte de esa chispa característica que tenía. La realidad, con las cifras de prestaciones en la mano, es que corre más de lo que parece, pero con grandes diferencias en nuestros protagonistas. El Seat Ateca incluso se sitúa entre los más rápidos de sus rivales, mientras que el Skoda Kodiaq es de los más lentos; entre los grandes sólo acelera y recupera más lentamente el Nissan X-Trail 1.6 dCi-130 4x4, que anuncia 20 CV menos. La respuesta hay que buscarla en su tamaño y peso, que en nuestra unidad de pruebas, a tope de equipamiento —incluso con calefacción estacionaria, bola de remolque…—, roza las 1,9 toneladas. Son ¡332 kg! más que el Ateca y 137 que el Tiguan, según dicta nuestra báscula, lo que le sitúa al español como el peso pluma de su categoría y al checo como uno de los más pesados, con el Land Rover Discovery Sport 2.0 TD4 en el otro extremo, con unos exagerados 2.084 kg.
ESPACIO | Volkswagen Tiguan 2.0 TDI-150 DSG7 4Motion Sport | Seat Ateca 2.0 TDI-150 4Drive Style Premium | Skoda Kodiaq 2.0 TDI-150 DSG 4x4 Style |
Anchura delantera | 145 cm | 144 cm | 147 cm |
Anchura trasera | 141 cm | 139 cm | 143 cm |
Altura delantera | 91-99 cm | 98-104 cm | 94-100 cm |
Altura trasera | 92 cm | 101 cm | 94-84 cm |
Espacio para piernas | 58-76 cm | 79 cm | 60-78/52-70 cm |
Maletero | 555/690 litros | 450 litros | 220/540/730 litros |
El segundo condicionante, aunque con una influencia mucho menor, es su cambio de marchas; con una caja manual de 6 velocidades en el Seat, de certero guiado y precisión, y el excelente automático DSG, en este caso con 7 velocidades, pero con embragues bañados en aceite, que una vez más sobresale tanto por su rapidez como por suavidad. Entonces… ¿dónde está el problema? Pues en su gestión electrónica, sobre todo en modo Sport, que no se adapta a la nueva respuesta del TDI-150 Euro 6. Y es que a pesar de dar la potencia máxima poco más allá de las 3.000 rpm se afana en no pasar a una marcha superior hasta cerca de las 5.000, cuando hacia las 4.000 su potencia ya decae en picado. En la práctica, en conducción deportiva, al acelerar a fondo al salir de una curva, en ocasiones, reduce una marcha cuando lo que tendría que hacer sería pasar a la superior, con la consiguiente pérdida de empuje, algo que tanto en el Tiguan como en el Kodiaq tiene muy fácil solución al usarlo en modo manual, ya sea mediante las levas del volante o con el pasillo secuencial de la palanca.
El Seat Ateca, como el León en su categoría, es uno de los SUV compactos con tacto más deportivo. Con una agilidad sorprendente, pero sin descuidar su confort de marcha, donde nuestros tres protagonistas sobresalen. El Kodiaq es el que se siente más refinado, con una gran calidad de rodadura, pero también es el que menos información transmite al volante. Además, tanto su superior peso como su mayor batalla se notan al frenar y al iniciar el viraje, si bien una vez en él sorprende su velocidad de paso por curva. El Tiguan es tan confortable o más que el Kodiaq —ambos con la opcional amortiguación adaptativa DCC, que el Ateca no contempla en su lista de opciones— al tiempo que se siente bastante más dinámico y ágil. No tanto como el Ateca, aún más ágil y con menor balanceo de carrocería, pero más próximo de lo que está del checo, que es el primero en el que al límite aparece el subviraje. Muy buenos en los tres el control de estabilidad, que si trazamos fino no resulta nada intrusivo por muy deportiva que sea nuestra conducción. También convence plenamente la tracción total, a través de un sistema multidisco Haldex de 5ª generación, de rápida reacción —no se nota en absoluto cuando sólo manda par al tren delantero— y tampoco su arrastre.
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